ACN-AYUDA A LA IGLESIA NECESITADA.-
La parroquia de misión de San Carlos Lwanga se encuentra en el Vicariato Apostólico de Isiolo, Kenia, en una zona mayoritariamente musulmana. Allí, los católicos tan solo representan una pequeña minoría de un 5 %. La parroquia fue fundada en 2005, en el mismo año en el que fuera asesinado el por entonces Vicario Apostólico, Luigi Locati, en el transcurso de unos disturbios.
En esta región se registran, una y otra vez, tensiones entre los campesinos y los pastores, y, además, la población musulmana es hasta cierto punto hostil frente a los cristianos.
Pese a todo ello, la parroquia de San Carlos Lwanga está llena de vida. Cada domingo, más de 700 creyentes –en su mayoría, niños y jóvenes– acuden a la Santa Misa, y el número de catecúmenos aumenta año tras año. Los sacerdotes de la parroquia ponen en marcha muchas iniciativas para que la fe arraigue de forma profunda en los corazones.
Así, por ejemplo, cada domingo por la tarde se celebra un concurso de narración de historias bíblicas, de viernes a domingo se imparte a diario la catequesis, y también se organizan talleres que abordan el ideario cultural y las costumbres y tradiciones que son perniciosos para las personas y que se contraponen a la Buena Nueva de Cristo.
Además, los sacerdotes visitan durante la semana a las familias y para ello acuden a donde se encuentra su ganado. Es importante que la gente conozca bien su fe y que esta sea sólida, pues esta minoría se encuentra con numerosos obstáculos. Además, algunos musulmanes intentan convertir a los cristianos con señuelos materiales como, por ejemplo, un camello por cada persona que renuncie a la fe cristiana.
Esta parroquia tiene cuatro filiales, y en una de ellas, la de San Pedro Chechelesi, el número de creyentes aumenta a tal ritmo que se va a erigir en parroquia. En este lugar se asientan muchos antiguos nómadas porque hay un pozo. El mayor sueño de sus creyentes era contar con una iglesia propia, y para ello organizaron varios harambee(actos benéficos) para reunir el dinero necesario para la obra. Por desgracia, no lograron reunir una gran cantidad, pues el 90 % de los habitantes de esta región castigada por sequías es muy pobre y vive de menos de un dólar por día y por persona.
Gracias a la ayuda de los bienhechores de Ayuda a la Iglesia Necesitada, su sueño se ha hecho realidad. Para la inauguración de la iglesia se celebró una gran fiesta a la que también acudió el Obispo. Los bienhechores habían donado 30.000 euros, pero como estos no alcanzaron para la puesta a punto de la obra, volvieron a donar otros 20.000.
Los creyentes de la parroquia de San Pedro Chechelesi están muy contentos de contar ahora con una iglesia en la que poder rezar a Dios dignamente.
