

ACN.- El papa Francisco ha abogado en favor de la minoría musulmana de Birmania, los Rohingyas, perseguidos en su país y rechazados por todas partes, “Ellos son gente buena, gente pacífica”, dijo el Papa.
En el encuentro semanal que se realizó en el Aula Pablo VI del Vaticano, el Santo Padre recordó también a “los migrantes expulsados, explotados”, especialmente “nuestros hermanos Rohingyas, expulsados de Birmania, que van de aquí para allá porque nadie los quiere”. Ellos no son cristianos pero son buenos, son nuestros hermanos y hermanas”, añadió.
En intervención el Pontífice explicó que los Rohingyas, han sido torturados, asesinados y sufren desde años “simplemente por tener sus tradiciones, su fe musulmana”.
La agencia Zenit cita a la organización humanitaria Arakan Project que defiende los derechos de los Rohingyas, e informa que desde el 2010, unos 100 mil integrantes de esta minoría huyeron de Birmania por mar. La violencia entre los budistas radicales y Rohingyas ha producido después del 2012, más de 200 muertos y 140 mil desplazados.
En su homilía del 19 de mayo de 2015 en la Residencia Santa Marta en el Vaticano el Papa también expresó su solidaridad y pidió por ellos tras la llegada de miles de migrantes abandonados en las costas de Indonesia, Tailandia, y Malasia. “Pensemos hoy a los pobres Rohingyas de Birmania. Saliendo de su patria para escaparse de las persecuciones no saben más dónde ir. De hecho desde hace meses que están en sus botes… Ellos llegan a un puerto y le dan agua y comida, y les dicen: “váyanse”… Esto sucede hoy en día.
También en agosto de 2015, el Santo Padre recordó la tragedia de este pueblo delante del Movimiento Eucarístico de Jóvenes: “Es un conflicto que no ha sido resuelto, es una guerra, y esto se llama violencia, esto se llama matar”.