

ACN llega a millones de cristianos en todo el mundo a través de proyectos internacionales. Pero para aumentar su repercusión a nivel global es necesario dar un paso más. La sección de abogacía de ACN trabaja sobre todo en promover el diálogo entre la Iglesia, la política y la sociedad, y se encarga de organizar visitas de obispos, sacerdotes y religiosas a Bruselas, Washington y Ginebra para que puedan reunirse allí con dirigentes y representantes del mundo de la política.
De ese modo, los líderes políticos reciben información de primera mano sobre la situación en zonas de conflicto en las que la autoridad estatal ha colapsado y de las que las Naciones Unidas, los diplomáticos y las ONG han tenido que retirarse por motivos de seguridad.
Ser humildes bajo la poderosa mano de Dios

Los ingresos por donaciones y herencias ascendieron en 2024 a 150.7 millones de dólares. Con ellos y otros 2.4 millones de dólares de reserva de años precedentes financiamos actividades por valor de 153.1 millones de dólares. El 79,8% de estos fondos se destinó a gastos relacionados con la misión. De esta cantidad, el 84,7% se destinó a proyectos concretos, permitiéndonos responder positivamente a 5.335 de las 7.296 solicitudes obtenidas de todo el mundo.

Los ingresos por donaciones y herencias ascendieron en 2024 a 150.7 millones de dólares. Con ellos y otros 2.4 millones de dólares de reserva de años precedentes financiamos actividades por valor de 153.1 millones de dólares. El 79,8% de estos fondos se destinó a gastos relacionados con la misión. De esta cantidad, el 84,7% se destinó a proyectos concretos, permitiéndonos responder positivamente a 5.335 de las 7.296 solicitudes obtenidas de todo el mundo. (LEER PDF)
Esta semana destacamos el proyecto de sustento, pero en esta ocasión no solo de las religiosas, sino también de los sacerdotes en México. Escucha el testimonio del Padre Filiberto, En la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, su labor no solo es pastoral, sino también una defensa incansable de los derechos humanos. Amenazado por grupos violentos, sigue llevando el Evangelio a las comunidades más vulnerables, arriesgando su vida por aquellos que han sido olvidados.
Pero él no puede hacerlo solo. Su misión necesita de tu ayuda para continuar. Con tu apoyo, podemos fortalecer su labor y asegurarnos de que la Iglesia siga siendo un faro de luz en medio de la oscuridad… ¡Tu donación puede ser su esperanza!
“Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí”. Mt 25:40

Con sus casi 134 millones de habitantes, México es el mayor país del mundo predominantemente católico después de Brasil. Pero en él también se reduce el número de católicos: actualmente solo un 72 por ciento de los cristianos del país profesan la fe católica. Las sectas, las iglesias pentecostales y las prácticas ocultistas se propagan. Un motivo de preocupación constante para la Iglesia son también las continuas guerras contra el narcotráfico que tienen lugar en el país. Concentramos nuestra ayuda a la Iglesia de México sobre todo en las diócesis de las zonas rurales necesitadas.
La mafia del tráfico de drogas no siembra el terror en ningún país del mundo tanto como en México. Solo en los últimos diez años, la guerra contra el narcotráfico se ha cobrado al menos 300.000 vidas humanas. Desde el inicio del mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador a finales de 2018, la situación no ha hecho sino empeorar.
📈México en cifras

La Iglesia en México sufre los efectos de la violencia creciente. Sobre todo los sacerdotes que protegen a los grupos de población más pobres y desfavorecidos se colocan en el punto de mira de los criminales y de las bandas de narcotraficantes. El triste balance es que al menos 35 sacerdotes católicos han sido asesinados en los últimos diez años.
El objetivo de los ataques y los asesinatos es, sobre todo, sembrar el miedo e imponer una ley del silencio que permita a los cárteles de la droga y a las organizaciones criminales seguir actuando prácticamente sin restricciones… (LEER PDF)
Confianza en la Divina Providencia