

ACN.- Luego del sismo de magnitud 8.2 que asoló el Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca, migrantes salvadoreños, nicaragüenses, guatemaltecos comenzaron a realizar labores rescate y de limpieza de las casas afectadas y derrumbadas el pasado fin de semana.
De acuerdo con una nota publicada en la web de Cáritas Mexicana, el grupo de 45 migrantes, quienes se encontraban en el albergue “Nuestros Hermanos en el Camino”-fundado por el sacerdote Alejandro Solalinde- , expresaron sus intenciones de ayudar al poblado oaxaqueño afectado por el siniestro.
Sin embargo, al no tener dinero, optaron por ayudar a quitar los escombros y levantar postes de luz. También colaboraron en el rescate del policía municipal de Juchitán, Juan Jiménez, quien falleció bajo los escombros que dejó el derrumbe del palacio municipal.
Por su parte, el hermano José Filiberto Velásquez Florencio, uno de los que coordina la brigada de migrantes, explicó a un medio nacional que estas brigadas son una forma de sensibilizar y demostrar a la ciudadanía mexicana de que el migrante es “una buena persona”.
“Nosotros como defensores de los Derechos Humanos pedimos a la gente que se sensibilice y apoye a nuestros migrantes, ahora ellos están retribuyendo ese apoyo a los mexicanos, a los istmeños, a toda la gente que necesita de su ayuda, estamos muy tristes por este terremoto que afectó a muchas familias” señaló.
De acuerdo con la última Encuesta Nacional sobre la Discriminación, siete de cada 10 mexicanos siente algún tipo de rechazo hacia los migrantes, por lo tanto, los “viajeros” buscan con esta labor demostrar sus “buenas intenciones” en su paso por México.