40 historias.- Rep.Dem. del Congo: “Mi meta: ser sacerdote»

Me llamo Hubert y nací en un pueblo de la diócesis de Luiza en la República Democrática del Congo. Fui bautizado de niño y me integré en un grupo de jóvenes que acudía a catequesis, gracias a la dedicación del catequista de mi pueblo, que fue quien me preparó para mi primera comunión a los 12 años.

Una vez, en la clase de catequesis, a la que acudía una vez por semana, le pregunté al catequista por qué el sacerdote no residía en nuestro pueblo para poder comulgar así todos los días, el catequista me dio dos respuestas: “Como nuestra comunidad aún no ha enviado a ningún joven al seminario para ser sacerdote, es difícil que celebremos la Eucaristía como a ti te gustaría”, y añadió: “Presta atención en la oración que recito el domingo cuando nos reunimos en ausencia del sacerdote”. Así fue, al terminar su breve comentario sobre la lectura del Evangelio dominical, el catequista introdujo la segunda parte del rezo de la asamblea de la siguiente manera: “Si tuviéramos a un sacerdote entre nosotros, podríamos haber recibido la comunión del cuerpo y la sangre del Señor”.
Ahora han pasado cinco años desde que me puse en camino hacia el sacerdocio, animado por una justificada esperanza de alcanzar mi meta: la de ser sacerdote para que una comunidad de creyentes de Luiza deje de hacer la comunión sólo “de deseo”.

Oremos: Por todas aquellas comunidades hambrientas del cuerpo de Cristo para que cuenten con pastores que lleven la comunión y tengan la oportunidad de comulgar.

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