ACN.- El 6 de agosto de 2014, las unidades del ISIS conquistaron y arrasaron los asentamientos cristianos de la Llanura de Nínive, al norte y al este de Mosul, y unos 120.000 cristianos tuvieron que huir de la noche a la mañana. Qaraqosh -también conocida como Bajdida-, a 32 kilómetros al este de Mosul, era la ciudad cristiana más grande de Irak. Después de que las fuerzas iraquíes y sus aliados recuperaran estos territorios en octubre de 2016, decenas de miles de cristianos desplazados regresaron a las ruinas de sus lugares de origen. Según los últimos datos publicados por el Comité de Reconstrucción de Nínive, casi el 50% de las 11.111 familias cristianas residentes en Qaraqosh antes de la invasión del ISIS ya han regresado.
En el sexto aniversario de esa “noche oscura” para el Cristianismo iraquí, hay otros destellos de luz y esperanza. Un faro de luz y esperanza, sin duda, son las obras en curso para la restauración de la gran iglesia siro-católica de Al-Tahira (de la Inmaculada Concepción), un proyecto apoyado por la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN). ACN es uno de los principales socios para los programas de construcción y reconstrucción en favor de las comunidades cristianas de la Llanura de Nínive.
“Esta iglesia es uno de los centros más importantes de la Iglesia Católica. El ataque del ISIS a la ciudad causó mucha destrucción y devastación: la iglesia fue severamente dañada e incendiada, y se saquearon objetos de valor y muebles. La torre del reloj de la iglesia fue dinamitada y numerosas pinturas y objetos religiosos quedaron gravemente dañados”, explica el Padre Ammar Yako, supervisor de las obras de restauración de Al-Tahira.
En el patio de la iglesia había una réplica de la gruta de Lourdes. Durante la ocupación del ISIS de agosto de 2014 a octubre de 2016, el patio se utilizó como campo de tiro, y todavía se pueden ver agujeros de bala en las paredes. En 2016, cuando el ISIS huyó, los manuscritos y los libros de oración restantes fueron quemados dentro de la iglesia.
“El mobiliario de la iglesia era muy valioso, y también lo era una cruz de plata pura que, según se cree, contenía una astilla de la cruz de Cristo, y que puede haber sido robada por los terroristas. Además, una célebre e invaluable pintura de la Virgen María fue completamente quemada y destruida. Los misiles, los actos de sabotaje e incluso las condiciones climáticas conspiraron para destruir la iglesia”.
El P. Yako explica el profundo significado de las obras: “La reconstrucción de la iglesia de Al Tahira anima a los cristianos a quedarse aquí. La iglesia consagrada en 1947 se construyó justo al lado de la ubicación de una antigua iglesia siro-católica que llevaba el mismo nombre, y es el fruto del trabajo y las contribuciones de padres y abuelos. Cada cristiano aquí siente que la iglesia es parte de su sangre, su historia y su patrimonio”, señala el P. Yako. Para la edificación de la iglesia, construida entre 1932 y 1948, los granjeros donaron cada año parte de su cosecha.
“Muchos cristianos se sintieron frustrados y heridos cuando, a su regreso del exilio en el Kurdistán, vieron su iglesia destruida y quemada. Cuando las obras de reconstrucción comenzaron, recuperaron la esperanza de volver a practicar el culto en la iglesia, y de que su santidad y belleza volviera a realzar de nuevo la vida de la comunidad”.
ACN está cofinanciando la restauración de la iglesia de Al-Tahira, la mayor iglesia siro-católica de Oriente Próximo, importante por su significado histórico -en el subsuelo están los restos de la antigua iglesia-, pero también por su notable diseño y valor artístico: su techo descansa sobre 22 pilares de mármol de una sola pieza de Mosul, que son una de las joyas de la iglesia y que fueron dañadas por grietas externas e internas debido al incendio en el interior de la iglesia y al bombardeo de la torre. Además, también los arcos y las columnas adyacentes al altar necesitan ser reparados. En 2018 la iglesia tuvo que ser cerrada a la oración y la Misa debido a los riesgos para la seguridad de los creyentes.
“El proyecto de reconstrucción también es muy importante, ya que es en Al-Tahira donde la Iglesia local recibe a dignatarios y delegaciones que están de visita. Es la primera parada para todos los visitantes importantes debido al valor histórico y sagrado de la iglesia. Además, es el lugar donde se celebran las principales ceremonias y actos oficiales”.
Nombrada en honor a la Inmaculada Concepción, definida como dogma por el Papa Pío IX en 1854, la iglesia de Al-Tahira quiere mantener la devoción a Nuestra Señora: “Pretendemos crear un panorama de la vida de la Virgen María en los pasillos exteriores, introduciendo a los visitantes en la vida de la santa. En una sala separada, esperamos reunir y exhibir partes dañadas de la iglesia: pinturas y objetos religiosos, además de partes del muro con consignas del ISIS. De esta manera, quedarán pruebas de lo que el terrorismo nos ha infligido a todos”.
A los benefactores de ACN el P. Yako se ha dirigido así: “Aunque retrasadas por el coronavirus, las obras continúan en las columnas de la iglesia, el techo y la cúpula, y luego tocará restaurar los pórticos exteriores y más tarde la torre. También estamos reconstruyendo el altar. Damos las gracias a todos los que están contribuyendo a la restauración de Al-Tahira. ¡Quiera Dios que entre sus muros resuenen pronto las oraciones de los fieles!”.