Apoya ACN en el 2017 más de 5,300 proyectos en 149 países

ACN.- La misión de la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), es dar soporte a la Iglesia Católica en su misión evangelizadora, cubriendo las necesidades pastorales de la Iglesia más necesitada y perseguida en todo el mundo.

Este 2017, gracias a la oración y solidaridad de tantas personas que colaboran, ACN logró ser puente de caridad con alrededor de 81 millones de euros, destinados a 5,357 proyectos pastorales y de apoyo a los cristianos perseguidos, en 1,197 diócesis de 149 países. Si Dios no movilizara los corazones de tantas personas, invitándonos a hacer obras de misericordia, como el Papa Francisco nos pidió, esto no sería posible para ayudar a nuestros hermanos en necesidad.

Estas obras de misericordia se tradujeron en este 2017 en que: 40,383 sacerdotes fueran ayudados con estipendios de Misa y realizaran las intenciones de nuestros colabores en 1,545,786 misas; 21, 950 seminaristas tuvieron formación con becas de estudio; 12,801 religiosas contaron con ayuda para su sostenimiento. Además, 37, 797 catequistas y líderes laicos recibieron apoyos para su formación.

También logramos apoyar con 1,120 medios de transportes para el trabajo de los misioneros, religiosos y religiosas; 1,121,463 publicaciones; y contribuimos a la construcción y reconstrucción de 1,212 iglesias, monasterios, rectorías, seminarios y centros de retiros alrededor del mundo. Sin dejar de mencionar el apoyo de sostenimiento a más de 30 mil familias que viven persecución en medio oriente.

No podemos dejar de mencionar que luego de los sismos de septiembre, ACN ha destinado alrededor de 10 millones de pesos para ayuda de emergencia y la reconstrucción templos dañados en Morelos, Oaxaca y Chiapas y casas de religiosas.

Informarnos, orar y ser puente de caridad es la mejor forma de ser responsables y formar parte de esta Iglesia necesitada. Dios obra, gracias a ello, los corazones se mueven y hace posible los milagros de vida y testimonios de caridad.

Queremos agradecer a cada uno de ustedes que, con su tiempo, oración y recursos, hacen posible que, en cada persona necesitada en el mundo, se vea reflejado el rostro de nuestro Señor, ahí donde la Iglesia más lo necesita. Juntos somos una Iglesia con voz y esperanza.

 Julieta Appendini

Directora de ACN-México

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