ACN.- “Tenemos miedo. En los últimos días, han disparado contra la puerta de la casa en la que estábamos. Constantemente recibimos amenazas, y en más de una ocasión incluso me han seguido”. Así es la dramática situación que atraviesa la familia de Asia Bibi, descrita a Ayuda a la Iglesia Necesitada por Joseph Nadeem, el hombre que, desde la condena de la mujer cristiana por blasfemia, ha cuidado de sus hijas. Como Asia y su marido son casi analfabetos, ha sido Nadeem quien les ha ayudado con los abogados y quien ha acompañado a Ashiq, su marido, y a su hija menor Eisham en sus viajes al extranjero para dar su testimonio.
Actualmente, también Joseph Nadeem y su familia están en peligro y viven junto con las hijas de Asia Bibi. “Tan pronto como Asia fue absuelta, tuvimos que huir”, dice, “ella y su marido están en un lugar seguro y son protegidos por el Gobierno, pero nosotros no pudimos quedarnos con ellos”. Desde entonces, la familia Nadeem y las dos hijas de Asia han tenido que cambiar cuatro veces de casa. “Los islamistas nos persiguen, y cada vez que percibimos que corremos peligro, escapamos inmediatamente. Ni siquiera podemos salir a comprar comida. Yo solo salgo de noche y con el rostro cubierto”.
Asia está al corriente de la difícil situación. “La pude ver tan pronto como fue puesta en libertad, y desde entonces hablamos por teléfono con ella todos los días. Está muy preocupada por sus hijas”. Esha y Eisham aún no han abrazado a su madre, pero finalmente, aunque solo sea por teléfono, han podido recuperar un mínimo de su vida cotidiana. “Nunca olvidaré su primera llamada telefónica”, añade Nadeem, “Esha y Eisham lloraron durante horas de alegría. Asia está deseando reencontrarse con ellas y espera dejar pronto el país con ellas y con su marido”.
Aunque su pesadilla aún no ha terminado, Asia Bibi hace gala de una fe y una fuerza extraordinarias. “¡Es una mujer increíble! Ha mantenido una fe inquebrantable y una confianza infinita en el Señor. Puede parecer extraño, pero es ella la que nos apoya en estos momentos difíciles. Nos pide que no nos desanimemos y nos dice que, comparado con lo que ha soportado hasta ahora, este es sólo un breve momento que pasará”.
Nadeem y las hijas de Asia están totalmente al corriente del flujo de información y del interés que el caso de su madre ha despertado en todo el mundo, y también han tenido la oportunidad de hablar de ello con la propia Asia. “La atención y la solidaridad internacional nos reconfortan. Eisham se conmovió cuando vio su mensaje en vídeo proyectado en la Venecia iluminada de rojo. Todos nosotros, incluida Asia, estamos agradecidos a quienes alzan sus voces para denunciar nuestra situación”.
“Esperamos poder abandonar pronto Pakistán para vivir en un lugar seguro. Ayuda a la Iglesia Necesitada ha sido la primera en ofrecernos su hospitalidad, y esperamos que nuestras dos familias puedan pasar esta Navidad en Roma.