Ayuda a la formación para 38 jóvenes Carmelitas en República Centroafricana y Camerún

ACN.- Hace 50 años, en 1971, llegaron a la República Centroafricana los primeros cuatro Padres Carmelitas, procedentes de Italia. Estos valientes pioneros se arremangaron y pusieron manos a la obra en uno de los países más pobres y subdesarrollados del mundo, acosado periódicamente por disturbios y conflictos armados. Uno de ellos, el P. Nicolás Ellena, permaneció activo en la misión hasta la formidable edad de 90 años, y murió en 2019 a la edad de 96 años.

Los ocho Padres italianos que actualmente siguen trabajando en las cinco misiones de la orden están contentos porque cada vez más jóvenes locales se unen a ellos: entretanto, entre ellos, los africanos son mayoría. Estos jóvenes africanos quieren contribuir con sus vidas a que la paz en su país sea por fin una realidad. Y es que han comprendido que la verdadera paz solo puede existir cuando Dios habita en los corazones de la gente.

Los Carmelitas de la República Centroafricana trabajan en estrecha colaboración con sus Hermanos del país vecino de Camerún. En la actualidad hay 38 jóvenes formándose: 23 de ellos, en la República Centroafricana, y 15, en Camerún. Las diferentes etapas de su formación las cursan en diferentes lugares, residiendo en el respectivo Carmelo local, donde forman parte de la comunidad. Los estudios de Filosofía y Teología los cursan en las universidades de Bangui (capital de la República Centroafricana) y Yaundé (capital del Camerún).

Este año, debido a la pandemia del coronavirus, la enseñanza en las universidades se ha visto interrumpida. No obstante, el P. Federico Trinchero, Delegado Provincial de la orden, asegura que este hecho no ha obstaculizado la formación ulterior de los jóvenes religiosos. Al contrario: se ha intensificado la vida de oración y la lectura, se han realizado obras en el monasterio y se ha fortalecido la vida comunitaria. Estos religiosos ya están acostumbrados a situaciones excepcionales: así, en 2013, en el punto álgido del último conflicto armado, el complejo del Carmelo de Bangui acogió hasta 10.000 refugiados (!). Así que el período de confinamiento no ha supuesto un problema para los Carmelitas. “Solo que el silencio era un poco inusual”, dice el P. Federico, pues, normalmente, al monasterio acuden innumerables personas en busca de ayuda y este es un importante centro espiritual para los fieles. Además, muchos niños y jóvenes están siempre correteando por ahí, pues usan los extensos terrenos como patio de recreo.

Mientras tanto, la vida ha vuelto casi a la normalidad y, gracias a Dios, en África la pandemia en su conjunto ha sido mucho menos grave de lo que se temía en un principio. Así, la ordenación sacerdotal del Hno. Armand en octubre de 2020 pudo celebrarse según lo previsto. En septiembre, cuatro jóvenes ingresaron en el noviciado y tomaron el hábito, y otros cinco emitieron los votos temporales.

El 20 de diciembre, dos jóvenes Carmelitas debían emitir sus votos perpetuos en Bozoum, la misión carmelita más antigua de la República Centroafricana, en el marco de la apertura solemne del aniversario de la orden en el país. Lamentablemente, la gran celebración tuvo que ser cancelada en el último momento, ya que la situación de la seguridad se deterioró considerablemente en el período previo a las elecciones parlamentarias y presidenciales, y porque el día anterior a esta solemne ocasión entró en la ciudad un contingente de hombres armados. Los invitados, algunos de los cuales ya estaban de camino a Bozoum, tuvieron que regresar. Los dos jóvenes, el Hno. Jeannot y el Hno. Marcial, emitieron los votos perpetuos acompañados de un pequeño grupo en el monasterio de Bangui. Aunque fue un sacrificio para ellos no poder celebrar ese gran acontecimiento con sus familias, amigos y Hermanos de todo el país, fue un día lleno de gracia y alegría.

No obstante, la formación de los 38 jóvenes religiosos supone un gran desafío, y para ello, el P. Federico se apoya en la Divina Providencia y en la buena colaboración de todos los formadores que se encargan del desarrollo espiritual, humano e intelectual de los jóvenes que les son confiados. Pero también en lo material, se trata de una tarea hercúlea. Para que los 38 Carmelitas en ciernes puedan seguir su vocación, hemos prometido volver a apoyar este año su formación.

Referencia: 199-04-79

 

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