Brasil: Religiosas agradecen el apoyo de ACN

ACN.- Ser religiosa consagrada es un compromiso para toda la vida, y las Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús del nordeste de Brasil se toman muy en serio su vocación. Más de la mitad de las 62 hermanas que sirven en las diferentes comunidades de esta región brasileña tienen más de 65 años, pero, no obstante, siguen siendo lo más activas posible.

Obviamente, con el paso de los años, estas religiosas necesitan más atención médica, y aunque Brasil cuenta con un sistema nacional de salud, éste no está exento de retos. Por tanto, para obtener una asistencia conveniente y más adecuada, las religiosas a veces tienen que recurrir al sector privado, lo que conlleva más gastos. ACN apoya a la congregación con la financiación de la atención médica de 12 hermanas ancianas.

Las Hnas. Rosa, Leticia e Isabel viven en una comunidad a las afueras de la ciudad de Olinda. Su convento es muy activo en la parroquia local, y las tres religiosas, todas octogenarias, participan en la organización y dirección de oraciones, retiros y servicios de formación. A la Hna. Rosa, de 84 años y una gran cocinera, le gusta hornear el tradicional pan de queso brasileño, que vende para recaudar fondos para las obras de renovación de la casa madre de su orden.

La Hna. María Silva, que vive en una comunidad de Abreu e Lima, es una hábil costurera que realiza trabajos de costura para las demás religiosas, además de confeccionar productos artesanales para recaudar fondos. En su caso, la financiación de ACN se ha destinado sobre todo a proporcionar servicios de odontología, difíciles de obtener a través del servicio nacional de salud.

Una hermana cosiendo para los pobres y necesitados
Una hermana cosiendo para los pobres y necesitados

 

La Hna. Helena, de 93 años, y la Hna. Regina, de 83, viven en otra comunidad de Olinda y pasan la mayor parte del día trabajando con los pobres y ayudando a organizar encuentros de oración y liturgias. A pesar de su avanzada edad, la Hna. Helena también se mantiene ocupada preparando paquetes con artículos esenciales para bebés que luego se envían a centros de maternidad que después lo distribuyen entre las madres de  los recién nacidos. Según asegura a ACN, “he recibido muchas gracias de Dios, y todo lo que puedo hacer ahora es dar las gracias por ello”.

La Hna. Carminha, de 77 años, vive en la casa madre de la congregación, en Igarassu, a menudo recibe visitas y habla con madres jóvenes y adolescentes que acuden al convento en busca de ayuda. Últimamente, sin embargo, se ha visto aquejada por un problema neurológico y con la ayuda de  ACN, ha podido consultar a un especialista.

En la comunidad de santa Zita, la Hna. Escolástica, de 78 años, es la artífice de mucha diversión y risas, debido a su don para escribir versos y componer sketches musicales.  Participa  en todas las celebraciones y fiestas de la comunidad. En 2023, sin embargo, su salud empeoró y desde entonces necesita más atención médica, que ha recibido gracias a ACN.

Dios bendiga a los benefactores

“Este año 2023 hemos pasado un tiempo más tranquilo, en comparación con los años de la pandemia de la covid. No obstante, el sufrimiento humano, tanto aquí como en todo el mundo, nos conmueve profundamente y nos mueve a la solidaridad y a compartir tanto el pan como la Palabra de Dios. Escuchamos, asesoramos y practicamos la hospitalidad y la oración constante. Las hermanas mayores se mantienen al día de todo a través de la conversación con las más jóvenes y mediante las redes sociales, y son testigos incansables de la dinámica de la oración, la escucha y la caridad”, afirma la superiora general de las Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús, Silvânia dos Santos.

Sor Marina Nunes en un encuentro de catequesis con adolescentes
Sor Marina Nunes en un encuentro de catequesis con adolescentes

 

“Agradecemos de todo corazón a ACN que nos ayude a atender a nuestras hermanas ancianas y enfermas, a cambio ofrecemos la oración constante y el bien que cada una de ellas aporta en su propia comunidad. Las religiosas que se benefician de este proyecto hablan de las maravillas que el Señor ha realizado y piden que Dios sea alabado en las manos de nuestros benefactores, extendidas a los necesitados del mundo, y que sus bendiciones desciendan sobre ellos”.

ACN se ha comprometido a dar continuidad a este proyecto en 2024, con el que financia la asistencia médica para religiosas.

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