Desaparece sacerdote en Michoacán

ACN.- (Con información del Centro Católico Multimedial) El sacerdote católico Miguel Gerardo Flores, perteneciente a los misioneros de la Sagrada Familia, desapareció el pasado sábado 18 de agosto, luego de haber sido visto por última vez en el municipio de Uruapan, dónde celebró una misa en la comunidad de Santa Catarina.

La desaparición de padre Miguel fue revelada por el párroco José Luis Segura Barragán, de la comunidad Presa del Rosario, del municipio de Buenavista Tomatlán.

El obispo Emérito de Tacámbaro José Luis Castro Medellín, en entrevista con este medio confirmó la desaparición del P. Miguel Gerardo. Mons. Castro Medellín manifestó que hasta el momento no hay móviles o contacto con posibles responsables de la desaparición del padre Miguel.

De acuerdo con algunos testigos, el sacerdote Miguel Gerardo Flores desapareció en el poblado denominado como Matanguarán, en Uruapan, el segundo municipio más importante de Michoacán, después de oficiar una ceremonia eucarística. Fuentes cercanas a este medio manifestaron que hombres armados “levantaron” al sacerdote.

Hasta el momento, la arquidiócesis de Morelia -a la que pertenece Uruapan- no ha emitido ningún posicionamiento, sin embargo, según nos lo ha confirmando el obispo Emérito José Luis Castro Medellín, ya hay contacto con las autoridades estatales para tomar el caso.

Con la desaparición del Padre Miguel Gerardo Flores ya son tres los sacerdotes desaparecidos en lo que va del presente sexenio.

Sacerdotes desaparecidos en la presente administración:

Sacerdote Santiago Álvarez Figueroa de la diócesis de Zamora. Desapareció el 29 de Diciembre de 2012; a la fecha, no hay elementos ni indicio alguno sobre su paradero.

Padre Carlos Órnelas Puga, quien desapareció el 3 de noviembre de 2013, tampoco se tiene conocimiento de su paradero, según un representante de la Diócesis de Ciudad Victoria, capital de Tamaulipas. (CCM Redacción)

 

Entrada anterior
Los desafíos de los católicos en Myanmar
Entrada siguiente
Católico de Odisha recuerda el terrible estallido anticristiano del 2018