Los sacerdotes incansables ante el COVID-19

ACN- Sacerdotes envían mensajes de aliento y peticiones de ayuda para seguir con su labor pastoral durante el COVID-19

Sacerdotes Diócesis de Tenkodogo, Burkina Faso

“Como saben en todas partes, las misas están suspendidas. Estamos intentando transmitir misas los domingos, pero la diócesis no tiene radio y las retransmisiones en las radios locales son caras. Ojalá consideren otorgar más estipendios de Misa para nuestra diócesis porque estamos en emergencia y el trabajo pastoral continúa sin descanso”.

 Sacerdotes de la Diócesis de San Jacinto, Ecuador:

“En estos momentos estamos compartiendo la crisis que afecta al mundo entero, a raíz de la pandemia por el COVID-19. La provincia del Guayas es en Ecuador el epicentro de la pandemia, con la mayor cantidad de infectados y fallecidos per cápita en toda Latinoamérica. Esta realidad, junto con las restricciones de las autoridades sanitarias y de gobierno, ha puesto en riesgo el sostenimiento de las obras de caridad de la Diócesis a través de sus parroquias. En ese sentido estamos ideando formas de seguir ayudando a estas personas que se encuentran desprotegidas sin incumplir con las restricciones sanitarias vigentes.

A esto se suma que las principales fuentes de ingreso internas, tanto para las parroquias como para la Diócesis, se encuentran cerradas. Los templos, Santuarios etc se encuentran cerrados al público desde hace más de 18 días, y los fondos disponibles dan apenas para pagar mínimamente al personal que nos apoya a tiempo completo, ayudar a los sacerdotes que se encuentran en parroquias que no son autosustentable. No sabemos por cuánto tiempo más se prolongue la situación.

En vista de esto, me permito preguntarle si es posible realizar una petición extraordinaria de emergencia, que ayude al sostenimiento de sacerdotes que se encuentran en lugares incapaces de mantenerse económicamente.”

 Sacerdotes de Diócesis de Mansa, Zambia:

“El país ha entrado en un bloqueo nacional. Esto conlleva mucho sufrimiento. Ni siquiera estamos imaginando cómo sufrirán los pobres. Una situación muy mala. Anticipo mucho sufrimiento entre los sacerdotes también porque todo lo que comemos y usamos proviene de la ofrenda especial del domingo. Ahora que las iglesias están cerrando, ¿dónde vamos a encontrar comida? También nos estamos volviendo POBRES y Vulnerables”.

Entrada anterior
Mensajes desde el corazón orante de la Iglesia
Entrada siguiente
Ucrania: Religiosas en primera línea en la lucha contra el COVID-19