SRI LANKA: Benedictinos
“Pensé en enviar este correo electrónico para saber cómo están ustedes y sus seres queridos. Es una situación terrible en todo el mundo. Aquí en Sri Lanka hay gente también con coronavirus. Por eso, nosotros también estamos encerrados. Este breve mensaje es para contarles que nosotros, los monjes de Sri Lanka, rezamos por todo el mundo todos los días ante el Santísimo Sacramento. Y mientras rezamos nos acordamos de ACN Internacional, sus bienhechores, y sus seres queridos. Rezamos para que el buen Dios los proteja a ustedes de esta pandemia. Estamos unidos en oraciones.
República Democrática del Congo: Gran Seminario de San Cipriano de Kikwit
“Queridos amigos : la situación que nuestro mundo está experimentando hoy en día, debido a la pandemia de coronavirus, nos afecta a todos. Me gustaría asegurarles nuestra proximidad así como las oraciones de toda nuestra comunidad del Gran Seminario de San Cipriano de Kikwit durante este período de dura prueba para todos. Es también de esta manera, rezando por cada uno, que podemos movilizar una oleada de solidaridad y esperanza. Les deseo coraje y esperanza en Dios, que nunca abandona a sus fieles». C Ndaka Sb. Rector del Gran Seminario, en la Republica Democrática del Congo.
Chad, África: Father Donatien
“Vengo aquí a expresar mi más sincera compasión a todas las autoridades del mundo, a las de su país, a los médicos y personal de enfermería, y principalmente a ustedes, mis benefactores. El mundo de hoy está sumido en una crisis de salud que no perdona a nadie. Así que, después de haber rezado por ustedes y con ustedes, les escribo para mostrarles mi compasión. Comparto dolorosamente sus sufrimientos y como no tengo poder para detener este mal, pido a Dios Todopoderoso que los alivie, que sane y detenga esta pandemia de Covid-19 y que recompense a todos los que se sacrifican por la curación de los demás. Le pido a Dios que escuchó el grito del pueblo israelita, para que Él también escuche nuestras oraciones y nos salve.
BURUNDI: Hermanas Franciscanas de Notre Dame del Monte
“La epidemia de coronavirus afecta a varios países. Hoy, nuestros pensamientos se dirigen especialmente a los países europeos más particularmente afectados. Es un momento muy triste con las iglesias cerradas, las celebraciones y actividades interrumpidas, además de todas estas personas que han fallecido. Quería saludarles y preguntarles si están bien de salud. Nosotras, por el momento, estamos rezando por los países que están sufriendo. Que el Señor les ayude, que Él les proteja en esta prueba»: Sr. Maria Goretti.
INDIA: Bishop Thomas Paulsamy, Dindigul
Queridos amigos de ACN, el virus COVID-19 está causando estragos en todo el mundo. Por eso, en este momento, cuídense. Me preocupa su situación en este momento crítico. Cada uno de ustedes especial para nosotros. Todos ustedes están participando de la misión universal de la Iglesia de Cristo. Rezo para que estas palabras les animen y les aseguren nuestro apoyo. Rezo el rosario por todos ustedes, por sus colaboradores, sus familias y todos sus seres queridos y por todas las personas que están enfrentando este momento difícil. Me uno a ustedes en la oración por las víctimas de COVID-19, que se está propagando con la máxima velocidad. Que Dios sea nuestro refugio y nuestra fortaleza.
ANGOLA: Parroquia de Kikudo-Soyo, Angola
“¡Paz y bien! Esta ocasión nos permite, como parroquia, unirnos a los muchos dolores y lágrimas de las víctimas del Coronavirus Covid-19 en todo el mundo. Entre las víctimas fatales de esta enfermedad, muchos, tal vez, fueron los benefactores de nuestras organizaciones. La Parroquia del Inmaculado Corazón de María Kikudo-Soyo, asegura sus humildes oraciones por las almas muertas, víctimas del Covid-19 en todo el mundo. Paz para sus almas. A nosotros que aún estamos vivos y que la pandemia puso en el valle del sufrimiento y las lágrimas, le pido a Jesús, hijo de María, que nos guíe y proteja. Que ni siquiera el sol, la lluvia, el viento o la nieve de Covid-19 nos hagan perder la esperanza de un futuro mejor y que con fe los países vuelvan a crecer y den los más bellos frutos de caridad y amor. Unidos en la oración con mi bendición sacerdotal»: Padre André Justino