ACN.- Cuando, en 1886, cerca de Jaffna (hoy Sri Lanka), Bastiampillai Anthonipillai vio la luz del mundo, había pocas esperanzas de que el recién nacido sobreviviera porque estaba muy débil, y aunque finalmente no murió hasta cumplir los 78 años, siempre tuvo una salud quebradiza. De joven casi decidió renunciar al sacerdocio por motivos de salud, pero cuando un día leyó el pasaje del Evangelio que dice “El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga” (Mt 16,24), optó por seguir la llamada de Dios.
Su débil salud tampoco le impidió llevar una vida de severa penitencia y renuncia, durmiendo por la noche solo dos o tres horas. Así se convirtió en el fundador de la primera orden contemplativa masculina autóctona, la de los Rosarianos, de la que más tarde también surgiría una rama femenina.
El P. Thomas –así se llamaba como monje– eligió para su nueva congregación el siguiente lema: “Somos tenidos por necios a causa de Cristo” (1 Cor 4,10). Y, en efecto, tanto entre hindúes como cristianos era conocido por el sobrenombre del monje loco. Y es que para sus contemporáneos era incomprensible e inaudito que dejara de lado el sistema de castas y acogiera a miembros de todas ellas. En aquellos tiempos, este proceder despertaba una gran oposición, pero en el seno de su comunidad estaba prohibido mencionar siquiera el tema de las castas.
En la actualidad, la rama masculina de los Rosarianos cuenta con 25 monasterios, sobre todo, en Sri Lanka e India. Como se trata de una congregación autóctona pobre, ACN la apoya tanto en Sri Lanka como en la India con diferentes proyectos como, por ejemplo, los estipendios de Misas. En este año apoyamos a 29 religiosos en Sri Lanka con estipendios de Misas por un total de 13.400 euros.
Referencia: 312-06-masses
