Proyecto: Una casa para los Misioneros Oblatos en Madagascar

ACN.- En Toamasina, los Misioneros Oblatos están felices con la nueva casa construida gracias a la ayuda de nuestros benefactores, que han donado 30 mil euros para este fin.

Desde 1988 los Oblatos de la Inmaculada Virgen María se vienen encargando de la parroquia de Nuestra Señora de Lourdes en la segunda mayor ciudad de Madagascar. Allí, la iglesia y la casa parroquial fueron erigidas en 1924, por lo que el clima y el paso del tiempo habían dejado sus huellas en ambas. En primer lugar, los Padres renovaron la iglesia con sus propios medios, pues la comunidad de creyentes crecía y necesitaban un lugar digno donde adorar a Dios y celebrar la Santa Misa.

Sin embargo, también urgía encontrar una solución para la vivienda de los Padres: un ciclón se había llevado casi todo el tejado, y el agua penetraba en el edificio y dañaba la estructura de madera. Además, la casa ya era de por sí inadecuada, pues no ofrecía ni la más mínima seguridad, por lo que podían penetrar en ella extraños. Esto, en vista de los atracos a sacerdotes y religiosos de los últimos tiempos en Madagascar, suponía un grave riesgo. Finalmente, tampoco ofrecía suficiente espacio para encuentros y otros actos.

Por todo ello, los Padres decidieron erigir una nueva casa que satisficiera sus necesidades y que ofreciera un mínimo de seguridad. Con 30 mil euros, nuestros benefactores los ayudaron a hacer realidad este sueño, y entretanto ya han podido inaugurar la casa, que ahora cuenta con siete habitaciones más que pueden hacer las veces de centro parroquial. Así, la casa es ventajosa para toda la parroquia. A todos los que han contribuido a ello, los religiosos y los creyentes de la parroquia les dedican un “Dios se lo pague”.

Referencia: 134-04-19

 

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