Un coche para el seminario mayor de Lusaka en Zambia

ACN.- Zambia, un país sudafricano sin litoral, es uno de los más estables de África, aunque, no obstante, afronte problemas importantes: mucha gente vive en la pobreza, las infraestructuras son deficientes y enfermedades como el sida y el paludismo están muy extendidas.

De los 17 millones de habitantes del país, alrededor del 95 por ciento son cristianos; la mayoría, protestantes. Solo una quinta parte es católica. Un desafío para la Iglesia es la proliferación de las sectas, que tratan de captar a los fieles especialmente donde hay muy pocos sacerdotes católicos. Como en casi toda África, las parroquias abarcan zonas gigantescas y se componen de numerosas aldeas, y los sacerdotes deben recorrer grandes distancias por carreteras en malas condiciones para atender a los creyentes. Este país necesita urgentemente más sacerdotes, y, por eso, la formación de los futuros sacerdotes es una prioridad para ACN, formación que también precisa de la infraestructura necesaria.

En el Seminario Mayor de Santo Domingo de la capital de Lusaka, los jóvenes procedentes de las once diócesis del país completan sus estudios teológicos en el marco de la formación sacerdotal. Su formación abarca un total de cinco años: cuatro están dedicados a los estudios, y un quinto año lo dedican los futuros sacerdotes a adquirir experiencia práctica en las parroquias de sus diócesis de origen.

Sus formadores los visitan en sus respectivos lugares de destino para hacerse una idea de cómo trabajan y del celo que ponen en labor. Para ello, no solo hablan con el joven, sino también con el párroco local, con la gente que tiene responsabilidades en la parroquia y también con el Obispo local que ha enviado a los jóvenes al seminario mayor. La cuestión importante aquí es si los candidatos también se muestran válidos en la práctica y si, por lo tanto, pueden volver al seminario mayor y ser admitidos para la ordenación. No hace falta decir que una cuestión tan importante requiere de una reflexión y un examen cuidadosos. Por lo tanto, las visitas de los formadores desempeñan un papel clave en este proceso de discernimiento tan importante no solo para el joven en cuestión, sino también para la Iglesia local.

Cada año los formadores tienen que visitar más de 30 parroquias, lo que en un país que con 752.000 kilómetros cuadrados, que ocupa más del doble de Alemania, y donde la infraestructura viaria es en su mayor parte muy deficiente, supone un desgaste enorme para un vehículo. Así, el anterior coche a disposición del seminario ya estaba muy gastado.

Gracias a la ayuda de nuestros benefactores, el seminario ha podido adquirir un nuevo vehículo todoterreno. ¡Muchas gracias de corazón a todos los que han contribuido a ello!

 

Referencia: 159-02-29

 

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