ACN.- Mi nombre es Belem Constantin, estudio teología en el seminario mayor de Saint Jean. La masacre de cristianos y los lideres de nuestro pueblo a manos de terroristas nos llevó a huir de nuestro pueblo. Ante el hacinamiento en esta ciudad por los muchos refugiados y la imposibilidad de matricular a mis hermanos pequeños en la escuela secundaria, mis padres fueron a instalarse en el pueblo de Boulonga para poder ejercer algún trabajo y salvar así la escolarización de los niños.
Yo regresé al seminario mayor en Uagadugú para seguir mis estudios, pero siendo el mayor de mi familia, me preocupaba mucho su situación. Nunca se me ocurrió regatear mi compromiso de seguir a Cristo, pero las preocupaciones de la vida hacían dolorosa mi presencia en el seminario. Fue entonces cuando llegó la ayuda de la fundación ACN.
Gracias a esa ayuda, he podido cubrir los gastos de mis estudios durante el año, especialmente en el contexto de seguridad en el que vivimos, estamos inmersos en el sufrimiento a diario.
La violencia terrorista sigue multiplicándose, masacres sumarias de poblaciones inocentes se dan aquí y allá. Muchas personas se ven obligadas a huir de sus tierras, nuestros lugares de culto son saqueados y profanados, agentes de pastoral, fieles cristianos son secuestrados o ejecutados, la inseguridad se cierne sobre nuestro país y nuestros corazones se bañan en miedo.
En la cruz, también Cristo clamó: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Cristo en la cruz es el Dios presente en nuestros sufrimientos, que sufre con nosotros y por nosotros».
Oremos: Por aquellos que se están formando para curar las heridas de su pueblo, sobre todo las del alma, para que sean fuente de consuelo y fortaleza.