40 historias: Rep. Dem. del Congo: “Espero con ilusión el día de mi ordenación”

ACN.- Mi nombre es Aaron Ngoma, la primera vez que pensé en mi vocación fue atendiendo de monaguillo a la misa en una misión de atención pastoral con el vicario de mi parroquia en el pueblo. Le acompañé a administrar los sacramentos, llegando a un pueblo que estaba a más de 50 kilómetros de la parroquia. Vinieron cristianos de todas partes para recibir al sacerdote.

Lo que despertó mi vocación fue la gran queja de los cristianos al sacerdote porque habían pasado diez años desde la última visita, lo que significaba también que habían pasado diez años sin la celebración de la Santa Cena.

A partir de ese momento, tomé la firme resolución de convertirme en sacerdote, porque me dije, no es sólo este pueblo que sufre por falta de sacerdotes, sino muchos otros. Tan pronto como regresamos, le dije a mi mamá que sería sacerdote. Quiero estar cerca de quienes necesitan un servidor del Señor.

En el desempeño pastoral, el mayor don que el seminarista o el sacerdote puede aportar a los demás es el amor de Cristo. Aún estoy en mi periodo de formación y por tanto bastante lejos en el proceso de su realización y búsqueda de mi camino. A pesar de todo, espero con ilusión el día de que me ordene sacerdote para ser servidor de Cristo.

Oremos: Por los países en guerra para que llegue el consuelo y la sanación a las víctimas de tanta violencia.

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