El deslave se atribuye a unas lluvias especialmente intensas y el número de muertos podría ascender a miles.
Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) ha recibido informes urgentes y angustiosos de sus beneficiarios en la diócesis de Wabag, Papúa Nueva Guinea, sobre el deslave ocurrido en la madrugada del viernes 24 de mayo de 2024. Este trágico suceso ha tenido un impacto devastador en algunas comunidades de la diócesis.
Según la información recibida por ACN en un mensaje de los beneficiarios y la iglesia local, aproximadamente 3.950 personas residían en la zona afectada, que se encuentra a unas dos horas y media de la sede diocesana. «el deslave, que se produjo a las 3 de la madrugada hora local, ha arrasado el pueblo de Kaokalam, sepultando a 178 personas y destruyendo más de 255 casas», decía el mensaje, que añadía que representantes de la diócesis fueron a visitar la zona afectada en cuanto pudieron y pudieron llegar al lugar para entregar ayuda básica de emergencia.
El número de víctimas mortales confirmadas sigue aumentando mientras continúan los esfuerzos de recuperación. Muchas familias han perdido miembros, mientras que algunas han logrado escapar.
Koakalam es sólo una de las comunidades afectadas en la diócesis de Wabag. Otras comunidades de otras diócesis a lo largo de cientos de kilómetros también sufrieron los efectos y el número total de muertos en el país podría alcanzar los miles.
Marco Mencaglia, director de proyectos de ACN, hizo un llamamiento urgente a la oración por las víctimas y todos los afectados por este desastre. «Nuestras oraciones y apoyo son inestimables para ayudar a nuestros hermanos y hermanas de Papúa Nueva Guinea en estos momentos difíciles».
A pesar de estos desafíos, la diócesis de Wabag ha respondido rápidamente, proporcionando alimentos y suministros médicos a los directamente afectados. Los heridos leves están siendo tratados localmente, mientras que los casos más graves han sido trasladados a centros de salud y al Hospital de Wabag.
El deslave ha creado escombros de hasta 8 metros de profundidad en una zona de 200 kilómetros cuadrados, «lo que dificultaba las labores de socorro al cortar el acceso por carretera, pero personas de buena voluntad nos ayudaron a llegar al lugar con nuestros suministros, alimentos y medicinas», explica el mensaje.
Según las primeras estimaciones, el número de muertos en Koakalam rondaba el centenar, pero ahora ha aumentado a 178 y podría seguir aumentando a medida que se recuperen más cadáveres. «Sospechamos que no sólo se trata de un corrimiento de tierras masivo, sino también de un terremoto, debido a los grandes crujidos que se producen desde la montaña rocosa hasta el río cercano», explican miembros de la curia diocesana.
El obispo Arnold Orowae y otros miembros de la diócesis, expresaron su más profunda gratitud a AIC por los mensajes de condolencia y solidaridad recibidos. «Muchas gracias por los mensajes de condolencia, por estar con nosotros en solidaridad, y por la sincera preocupación por nosotros en vuestras oraciones y bendiciones», dijeron.
Te invitamos a orar y apoyar a nuestros hermanos en Papúa Nueva Guinea.
