El 13 de mayo de 2019, en Singa, en el municipio de Zimtenga, terroristas atacaron a los fieles que regresaban de una procesión mariana. A los niños les dejaron escapar pero asesinaron a cuatro adultos, que no fueron elegidos al azar, pues los cuatro eran líderes de la comunidad católica local o catequistas. Destruyeron, además, la imagen en procesión de la Virgen María.
Los catequistas son pilares en la labor de la Iglesia en Burkina Faso. Muchos de ellos son testigos heroicos de la fe en sus comunidades. En 2018, la diócesis de Dori pidió a Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), apoyo para nueve matrimonios catequistas que tuvieron que huir de su pueblo por ser cristianos. Ese año ACN además apoyó la formación de 1.605 catequistas en África.
Oremos por los catequistas y por los sacerdotes, religiosos y laicos que con valentía testimonian públicamente su fe en Jesucristo, hasta el punto de entregar la vida.
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