ACN.- En el norte de Irak fueron descubiertas dos fosas comunes, conteniendo cuerpos de miembros de la minoría yazidí perseguidos por el DAESH. El hallazgo sucedió en el marco de la ofensiva del 17 de octubre pasado por el ejército y los Peshmerga kurdos. Así lo refiere un funcionario local, quien también asegura que el descubrimiento fue efectuado “en el pueblo de Umm al Shababik”, en la región noroccidental de Sinjar, ubicada entre Mosul y la frontera siria.
El intendente de Sinjar explica que las dos fosas comunes, contenían nueve cuerpos cada una, y distan 150 metros la una de la otra. Según publica Asia News, con estas dos nuevas fosas asciende a 29 el número de las que han sido halladas en la zona de Sinjar desde el pasado año, cuando las fuerzas que luchan contra el EI retomaron el control del área.
En Sinjar se concentra la gran mayoría de la comunidad kurdo-fona yazidí; según el intendente de la ciudad, en las fosas fueron hallados cuando menos 1600 cadáveres.
Tras estos ataques del EI a los yazidíes, en marzo de 2015 la ONU lo definió como un “intento de genocidio”. Por otro lado los líderes de la comunidad declaran que casi 3.000 mujeres seguirían hoy en manos de los yihadistas, y serían frecuentemente usadas como objeto sexual o vendidas de un miliciano a otro como esclavas. El Informe Libertad Religiosa en el Mundo 2016, refleja como esta situación de persecución de los cristianos en Irak se ha deteriorado en los últimos años.
En el pasado, las milicias de Daesh [acrónimo árabe para Estado islámico, EI] ya supieron mancharse con crímenes brutales, entre los cuales figuran los homicidios en masa y la sepultura de cuerpos en fosas comunes. Desde el inicio de la ofensiva emprendida para reconquistar Mosul, las Naciones Unidas han recibido diversos informes conteniendo denuncias de nuevas atrocidades cometidas por los yihadistas.