La ruptura de las relaciones entre el gobierno nicaragüense y la Santa Sede se dio después de las declaraciones del papa Francisco a un medio de comunicación, en las que calificó al régimen sandinista como “dictadura grosera” y “hitleriana”, por la persecución que está sufriendo la Iglesia en ese país. Varios sacerdotes nicaragüenses están en el exilio, entre ellos un obispo, y tiene a otro en la cárcel, el obispo de Matagalapa, Rolando Álvarez, sentenciado a 26 años de prisión por delitos considerados traición a la patria.
Monseñor Marcel Diouf se encontraba como encargado de la Nunciatura en Nicaragua, luego de que el presidente Daniel Ortega expulsara al nuncio Waldemar Stanislaw Sommertag, en marzo del 2022.
Una semana para irse
Según informes de Vatican News, el encargado de negocios de la Nunciatura Apostólica en Nicaragua, Marcel Diouf, se trasladó a Costa Rica. Fuentes diplomáticas citadas por medios nicaragüenses, al representante de la Nunciatura en Managua, Diouf, le habrían dado una semana para irse del país.
La custodia de la Nunciatura Apostólica y de sus bienes fue confiada a la República Italiana, en virtud de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas. Antes de irse, monseñor Diouf se reunió con los representantes diplomáticos de la Unión Europea, Alemania, Francia e Italia, acreditados en Nicaragua.