Farah regresa a casa, luego de estar secuestrada por ser cristiana

ACN.- Farah Shabeen, es una niña cristiana de 12 años que vive en Pakistán, que hace unos días logró reunirse nuevamente con su familia tras un fallo judicial a su favor.

La tragedia de Farah Shaheen inició en su casa ubicada en la ciudad de Faisalabad, Pakistán. Era el 25 de junio de 2020 cuando estaba con su abuelo, tres hermanos y dos hermanas. Ese día, alguien llamó a la puerta. Cuando ella abrió, tres hombres irrumpieron, agarraron Farah y la obligaron a subir a una camioneta.  A la familia le dijeron que ahora estaba casada con un hombre llamado Khizar Amad Ali (Hayat) y se había convertido al islam.

Su padre, Asif Masih denunció el secuestro a la policía, lo llamaron ‘chuhra’ [un insulto que significa sucio) y la policía se negó a escucharlo. Luego pasaron tres meses para que se abriera el caso y las autoridades iniciarán la investigación. Finalmente, a principios de diciembre, Farah fue descubierta en la casa del Sr. Ahmad en Hafizabad, a casi 70 millas de su casa. Nunca fue detenido.

Esta niña cristiana fue tratada como una esclava, fue obligada a trabajar todo el día, limpiando un corral de ganado. La violaron y la sometieron a torturas físicas. La propia Farah dijo que la encadenaron, que rezaba todas las noches y decía: ‘Dios, por favor, ayúdame”.

Farah fue internada en un refugio para mujeres y niñas, mientras que un caso judicial evaluó la validez de su matrimonio. El Tribunal de Distrito y Sesiones, investigaba si Farah era menor de edad en el momento de su casamiento. El certificado mostraba que Farah tenía 12 años cuando fue sustraída en junio de 2020, pero su secuestrador alegó que ella tenía más de 16 años, la edad legal para contraer matrimonio.

La corte ordenó una investigación médica de Farah. Examinando sus dientes, huesos y genitales, los médicos le dieron su edad como 16 o 17. El padre de Farah negó los hallazgos médicos como «una mentira absoluta».

Sin embargo, el 16 de febrero de 2021, el tribunal falló el matrimonio ilegal – el juez citó pruebas que el matrimonio no se había registrado correctamente y le permitió regresar a casa.

Farah dijo que ella le había dicho al tribunal que había aceptado el matrimonio porque su secuestrador le dijo que, si ella decía que sido coaccionada, «primero me mataría, luego asesinaría toda mi familia.

Hoy Farah ya se encuentra con su familia, pero ha vivido el horror que miles de niñas y mujeres cristianas enfrentan por el simple hecho de ser cristianas.

Este es uno de los testimonios plateados en el nuevo informe de ACN: “Escucha sus llantos”, que describe testimonios de las víctimas de secuestro, violación y conversión forzada de mujeres y niñas cristianas y otras minorías religiosas en países como Siria, Irak, Pakistán, Egipto, Mozambique y Nigeria. Si deseas conocer más visita: https://acnuk.org/petition-2021/?mc_cid=0686414d1f&mc_eid=a531f6926e#petform

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