ACN.- La localidad de Nkontrodo es una de las ocho comunidades que pertenecen a la parroquia de San Francisco de Elmina, en el sur de Ghana. En el pueblo hay unos doscientos creyentes que asisten con regularidad a la Santa Misa y que participan activamente en la vida de Iglesia.
Los creyentes de Nkontrodo llevaban mucho tiempo esperando contar con un lugar de culto propio, pues la Santa Misa y los encuentros de oración tenían que celebrarse en el comedor de la escuela. Este no sólo no era un lugar digno para la Eucaristía, sino que, además, la comunidad de creyentes tenía que ponerse de acuerdo con la escuela para cada celebración, y esto no siempre era fácil. Al mismo tiempo, ya había ocho sectas e iglesias pentecostales activas en la ciudad, y cada una de ellas disponía de un templo sólido. Por ello, existía el peligro de que los creyentes católicos, frustrados, pudieran unirse a estos grupos.
Su párroco, P. Martino Corazzin, había dicho repetidamente a los fieles: “Recen día y noche con fe y confianza, y el Señor escuchará sus oraciones y hablará a los corazones de posibles benefactores”. Y su confianza no se vio decepcionada: nuestros benefactores donaron un total de 50.000 euros para que el sueño de estos creyentes se hiciera realidad. En agosto de 2019, la nueva iglesia fue finalmente consagrada. Inicialmente, nuestros benefactores habían aportado 30.000 euros, pero cuando la obra de construcción resultó ser más complicada de lo esperado debido a las difíciles condiciones del suelo y otras adversidades, y los costes fueron más altos de lo previsto, donaron otros 20.000.
El P. Martino nos escribe: “Todos estamos muy contentos y agradecidos por su generoso apoyo, por la confianza que han depositado en nosotros y por hacer realidad nuestro sueño. Rezamos por que Dios los bendiga a ustedes y a los numerosos benefactores y benefactoras que nos han apoyado. La comunidad de creyentes de la iglesia de Santa Ana de Nkontrodo me ha pedido que les dé las gracias a todos en su nombre y me han asegurado que siempre estarán en sus oraciones, sobre todo, en cada celebración eucarística. También dicen que ahora acudirá más gente a la iglesia, y, de hecho, ya vemos caras nuevas“.
Referencia: 121-01-19