ACN.- Día 15. Historias de Cuaresma: El miércoles 28 de febrero, el día 15 después del devastador paso del huracán Otis de categoría 5, la Arquidiócesis de Acapulco se vio sumida en la desolación y el sufrimiento. Para el Padre Salvador Cisneros, las imágenes de dolor, desaliento y tristeza que se desplegaban ante sus ojos eran abrumadoras. Calles obstruidas por árboles caídos, hogares destrozados y la falta de servicios básicos eran el desolador panorama que enfrentaban los habitantes.
En medio de este desastre, la decisión del Padre Cisneros fue clara y firme: permanecer junto a aquellos que habían perdido todo. Con valentía y determinación, él y sus colegas sacerdotes optaron por quedarse, rechazando la tentación de huir en busca de seguridad. En lugar de eso, se comprometieron a estar presentes, brindando consuelo, apoyo y esperanza a quienes más lo necesitaban.
La experiencia de no tener nada les permitió experimentar de manera tangible la presencia reconfortante del Señor y confiar en la bondad de los demás. Acompañando a la gente en su dolor, escuchándolos y consolándolos, el Padre Cisneros comprendió que esta era su misión fundamental en aquel momento de crisis. Aunque al principio sus propias emociones lo abrumaban, encontró fortaleza y consuelo en la celebración de la Eucaristía, que le proporcionaba el sustento espiritual necesario para seguir adelante.
La historia del Padre Salvador Cisneros y su compromiso inquebrantable con su comunidad en tiempos de adversidad es un testimonio inspirador de solidaridad, compasión y fe en acción. En medio de la desesperanza y la desolación, su presencia y su ejemplo nos recuerdan que, incluso en los momentos más oscuros, la luz de la esperanza y el amor siempre puede brillar a través del servicio desinteresado y la solidaridad humana.
Vive la Cuaresma 2024 con 40 historias de hermanos en la fe que cargan su Cruz en medio de la dificultad.