ACN.- Historias de Cuaresma 30.- Cientos de banderas ucranianas ondean al viento. La nieve está fresca. Estamos en Lviv, en el cementerio Lytschakiwer, uno de los tres que hay en la ciudad. Aquí se encuentran seiscientas tumbas nuevas uno al lado del otro, decorado con flores, faroles, figuras decorativas y cruces. A nuestra derecha, se encuentra la tumba de un joven cuya padre está de luto, en silencio, casi en secreto. Sin duda le resulta difícil expresar su dolor. Detrás de él, un soldado se inclina para depositar flores en la tumba de uno de sus compañeros de armas.
¿Qué siente? ¿Cómo afronta la culpa de ser un superviviente? Es parte del trauma que muchos sufren hoy. ¿O está luchando contra el miedo de ser el próximo en ser enterrado aquí?
Un poco más adelante, un sacerdote greco-católico da apoyo espiritual a una madre que está de luto por la muerte de su hijo que cayó al frente. Los cantos de la liturgia oriental acompañan los sollozos de la madre, que está iluminada por la llama parpadeante de la vela sobre la tumba de su hijo.
Es un soldado más en la triste fila de víctimas de una guerra que dura desde 2014. Oremos por los caídos y por todas las familias que han perdido miembros en esta terrible guerra.
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