India: Arzobispo de Manipur: Rezar para que cese el sufrimiento

ACN.- En una carta a ACN, el arzobispo de Imfal -en el estado de Manipur-, Mons. Dominic Lumon, afirma que “la necesidad es enorme” y “la destrucción y las pérdidas en las comunidades y para la Iglesia son grandes”. Miles de personas se han visto desplazadas tras la destrucción de sus hogares en actos que el arzobispo califica de una “limpieza étnica” y en la que están involucradas las tribus de los meiteis y los kukis.

ACN ya informó el mes pasado de la destrucción de más de 300 iglesias y otros edificios pertenecientes a organizaciones cristianas durante el violento conflicto.

El arzobispo Lumon escribe que su comunidad ha quedado “desconectada del resto del mundo” en los últimos tres meses debido a la “prohibición de Internet y de las redes sociales impuesta por el Gobierno desde que estalló la violencia entre comunidades en Manipur”.

Y añade: “La situación sigue siendo lúgubre y tensa. Hasta ahora no se han encontrado soluciones políticas duraderas, y continúan la apatía y el silencio por parte de las autoridades”. Dice que cualquier intervención de la Iglesia “debe ir poco a poco y ejecutarse con cautela, ya que hay muchos obstáculos y bloqueos causados por la agitación política y la violencia esporádica. Las sospechas y la aversión mutuas aumentan día a día”.

Una niña sostiene un cartel sobre la violencia en Manipur dirigido al primer ministro de la India, Narendra Modi.
Una niña sostiene un cartel sobre la violencia en Manipur dirigido al primer ministro de la India, Narendra Modi.

 

El arzobispo explica que la Iglesia católica está proporcionando ayuda humanitaria, incluidos artículos de primera necesidad, kits de higiene, apoyo psicológico, ayuda médica y apoyo educativo a los niños.

Mons. Lumon asegura: “Lo que más necesitamos son vuestras oraciones. El poder de la oración puede transformar la mente de las personas que se dejan llevar por el odio y la intolerancia religiosos. Debemos rezar por nuestros líderes políticos, por quienes toman las decisiones y por los hombres de buena voluntad, para que pongan en marcha arreglos amistosos. Permitamos que reine la paz, la armonía y la fraternidad, y que los que han sido privados de sus derechos y dignidad obtengan justicia”. Y concluye: “La Iglesia participa en el diálogo y en las reuniones entre organizaciones de las diferentres confesiones, que llaman a las autoridades a buscar soluciones amistosas”.

Entrada anterior
Más de 700 detenidos tras los ataques contra los cristianos en Pakistán
Entrada siguiente
Jóvenes sirios y libaneses recrearon el espíritu de la JMJ de Lisboa