ACN.- Estamos experimentando una situación política extremadamente preocupante en todo el mundo. Desde hace mucho tiempo los conflictos ya no son puramente nacionales. Muchas religiones en el mundo se han convertido en un polvorín que puede fácilmente desencadenar un conflicto militar global.
¿Qué podemos hacer los cristianos en esta situación, aunque no estemos ocupando un puesto de responsabilidad política? San Juan Crisóstomo exhortaría: «El hombre que ora tiene sus manos sobre el timón de la historia.»
Por eso, al igual que el año pasado, la Fundación Pontificia «Ayuda a la Iglesia Necesitada» invita a participar en la iniciativa de oración «un millón de niños rezan el rosario» el 18 de octubre de 2018 a las 9:00 a.m. (o a otra hora más apropiada), y a rezar el rosario con los niños por la unidad y la paz en el mundo.
En muchos lugares se interrumpirán las clases durante media hora. En 2005, algunos adultos en Venezuela comenzaron con esta iniciativa de oración, confiando en las palabras de P. Pío: “Si un millón de niños rezan el rosario, el mundo cambiará.” De esta manera, no sólo un millón, sino muchos millones de niños de todo el mundo se unirán durante un día, en el mes del rosario en octubre, para traer un poco más de cielo a nuestra tierra. El Señor dijo: “Dejen que los niños vengan a mí, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos.” (Mt 19,14)
La experiencia nos ha demostrado en sendas ocasiones que, en particular, la oración de los niños tiene un gran impacto. Como ejemplo de ello, relatamos en la carta a los niños el fantástico milagro, documentado por los más precisos testimonios oculares y auditivos, que tuvo lugar el 14 de abril de 1886 en Jaffa, en Tierra Santa, por intercesión de Santa María Alfonsina Ghattas. Ella rezó el rosario con los niños y suplicó por la vida de Nousseira Habib, de 12 años, que había caído en la cisterna mientras recogía agua y parecía perdida. Después del milagroso rescate de la niña, toda la familia se convirtió a la fe católica y Nousseira dio testimonio del poder del rosario hasta el final de su vida.
Lo que ningún empeño y esfuerzo humano pudo hacer, Dios lo hizo gracias al rezo del rosario de los niños y de su maestra, Santa María Alfonsina. ¿No podemos nosotros también dar hoy muestra de la fe que esta hermana manifestó y animar a nuestros hijos a orar con nosotros por la paz en el mundo?
Que la Virgen les conceda el valor y el ímpetu para participar en esta iniciativa de oración, que sin duda dará frutos de paz y de unidad.