ACN.– El padre Alfredo Bustamante es misionero en Venezuela, otorga comida diariamente a las familias de su comunidad, asiste a alcohólicos y drogadictos y se acerca a los vertederos para alimentar a los muchos venezolanos que buscan algunos bocados de comida en la basura.
“Volvimos a cocinar después de un mes en el que no teníamos agua, ni luz por los apagones. Puedo alimentar a la comunidad gracias a la mano de Dios que nos ayuda y que se encarga de realizar la multiplicación de los panes. Ser misionero en estos tiempos de crisis es un privilegio para servir a los que sufren la pobreza. Dar compañía en el dolor, es un consuelo del Señor”.