

ACN.- En la Prelatura de Jesús María, en Nayarit, Fray Ramiro, evangeliza en las comunidades indígenas de la Sierra Madre Occidental. Camina 10 o 12 horas para llevar educación, alimento y los sacramentos.
“Mi misión es la experiencia más maravillosa, ver la cara de un niño que oye la palabra de Dios y tiene fe es un regalo. El encuentro con el hermano es llenarse de energía y llevar el amor a los más pequeños. Mi intención es entregarle la vida a Dios. Es una bendición muy grande que la mi misión transforme corazones en las familias. He encontrado grandes riquezas humanas, espirituales y cristianas en la misión”.