Otra lección de Benedicto

Por Jaime Septién

El Papa Emérito Benedicto XVI, de nueva cuenta, ha puesto las cosas en el lugar del que fueron removidas por los malquerientes de Francisco y por algunos medios de comunicación, que siempre están hurgando el bote de basura para ver si encuentran algo sustancioso qué darle a su público.

En entrevista publicada el 28 de junio por una revista del prestigioso periódico italiano Corriere Della Sera, el Papa Emérito fue clarísimo al decirle a Massimo Franco: «El Papa es uno, es Francisco». No, no hay dos papas, como la insidia quiere hacernos creer.  Hay uno, Emérito, orante, discreto, necesario, y otro, Francisco, actuante: gigantesco ventarrón de misericordia.

Benedicto XVI conoce la mutable y resbaladiza condición humana.  Y confirma lo ya sabido: «La unidad de la Iglesia siempre ha estado en peligro, durante siglos (…) Ha sido por toda su historia. Guerras, conflictos internos, fuerzas centrífugas, amenazas de cismas».

Pero, fíjense ustedes, “al final, siempre ha prevalecido la conciencia de que la Iglesia está y debe permanecer unida… Su unidad siempre ha sido más fuerte que las luchas y guerras internas». En pocas palabras: sosiéguense torpederos de dentro y de fuera: la Iglesia prevalecerá contra sus enemigos y contra sus “amigos”.  Su triunfo –decía Montalembert—es sobrevivirles y su “venganza”, rezar por ellos.

Una lección en todo lo alto, un mensaje sencillo de amor por la verdad y, al mismo tiempo, la valentía de saber, como Santa Teresa, que “Dios no se muda”.

Entrada anterior
Informe sobre persecución cristiana urge a tomar medidas para defender la libertad religiosa
Entrada siguiente
En Kurdistán, Iraq, un nuevo hospital y una nueva universidad católicos infunden esperanza en una comunidad cristiana maltratada