ACN.- La República Islámica de Pakistán se ha visto muy afectada por la pandemia, también económicamente, y la minoría cristiana está padeciendo sus consecuencias de manera particularmente dolorosa. Allí, los cristianos ya están muy desfavorecidos en tiempos normales: pertenecen a la clase más baja de la población y apenas tienen posibilidades de ascender.
La mayoría de ellos trabajan como jornaleros, empleados domésticos o limpiadores de alcantarillas, y ya antes de la pandemia vivían al día. Ahora muchos están en el paro, y numerosos niños han tenido que abandonar la escuela porque sus padres ya no pueden pagar las tasas escolares. A ello cabe añadir la inflación y el aumento de los precios, que están hundiendo a muchas familias aún más en la pobreza. Sin embargo, las organizaciones de ayuda locales a menudo solo apoyan a los musulmanes, y los cristianos y otras minorías también suelen estar excluidos de las ayudas estatales.
También la Iglesia Católica se ha visto gravemente afectada por las consecuencias económicas: las iglesias permanecieron cerradas durante largos periodos de tiempo durante el confinamiento, la Santa Misa solo se retransmitió por Internet, no hubo colectas y los sacerdotes y catequistas no pudieron visitar a las familias de los fieles.
No obstante y pese a todas las dificultades, la fe del pueblo es grande y hay maravillosos signos de esperanza. Un ejemplo de ello es el pueblo de Pansara de la Diócesis de Faisalabad: cuando la pandemia hizo estragos con especial intensidad en el verano de 2020, el párroco Emmanuel Parvez se subió al tejado de la iglesia de San Pablo con una réplica de la mundialmente famosa imagen del Niño Jesús de Praga y bendijo con ella a toda su parroquia. Y sucedió el milagro: las infecciones se detuvieron y desde entonces en el pueblo nadie se ha infectado y tampoco ha habido ninguna muerte por Covid-19.
El P. Parvez, de 70 años de edad, nos informa: “Después de la bendición, todos notaron un gran cambio, y los cristianos e incluso los musulmanes acudieron a darle las gracias al Niño Jesús”. Ahora, cada viernes un centenar de creyentes se reúnen para confiar sus necesidades a este Niño Jesús que tan a menudo ha brindado su ayuda milagrosa.
Entretanto, la situación general respecto a la pandemia ha mejorado en Pakistán, pero la necesidad persiste. Por ello, queremos apoyar a los 40 sacerdotes, 55 catequistas y a las familias cristianas más necesitadas de la Diócesis de Islamabad-Rawalpindi. Además, también estamos ayudando a 1.600 familias cristianas necesitadas de la provincia de Punjab con un total de 30.000 euros para paliar la necesidad más urgente.
Referencia: 328-00-59