Proyecto: Religiosas en Ucrania reciben ayuda para sus sustento

Más de una docena de niñas ucranianas se trasladó en los años treinta a Bélgica para preparar la fundación del primer convento de Hermanas Redentoristas en su país de origen, pero este sueño no se hizo realidad hasta ochenta años después. El estallido de la Segunda Guerra Mundial y el régimen soviético imposibilitó su regreso, y los comunistas persiguieron la fe durante décadas. Tan solo en 2016, tres Hermanas Redentoristas de Lvov iniciaron en Lvov la fundación del primer convento de su congregación en Ucrania.

Las tres religiosas se vieron obligadas a empezar de cero. Para empezar se han alojado de forma provisional en un chalet, y con mucho esfuerzo y trabajo han cultivado el terreno asilvestrado que rodeaba la casa. Pronto se unirá a ellas otra religiosa que todavía se encuentra en Polonia, y además cuentan ya con una candidata. El convento ya tiene permiso para acoger a jóvenes que quieran consagrar sus vidas a Dios, y ya hay algunas postulantas que esperan a ingresar en él. De momento, la casa es apta para ocho personas.

A los rezos y las celebraciones litúrgicas también se unen creyentes de fuera. Muchos acuden en busca del consejo y la oración de las religiosas, y las visitan necesitan que alguien los escuche.

Estas religiosas están agradecidas por su vocación y también por el hecho de que la ansiada fundación de un convento en Ucrania se haya hecho realidad. Sin embargo, y a pesar de llevar una vida muy modesta, les resulta difícil ganarse el sustento como religiosas de clausura, y, además, en Ucrania los precios suben sin cesar. Por todo ello, nosotros les hemos prometido una ayuda al sustento de 2.000 euros.

Referencia: 438-06-39

 

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