Relatos del regreso a casa después de dejar el refugio

ACN.- Las personas de los campos de refugiados de Erbil, Kirkuk y Dibaga están preocupados: muchos de ellos tienen amigos y parientes que se han visto obligados a permanecer en Mosul, pero muchos se sienten aliviados porque piensan que, con esta nueva avanzada, se podría tratar de regresar a casa aunque no sepan lo que se van a encontrar.

Se teme que las casas, empresas, lugares de culto hayan sido destruidas. Habrá mucho que hacer, incluso después de todo esto”: lo dice en una nota enviada a la Agencia Fides, Mustafa Jabbar, coordinador en Erbil de la Federación de Organizaciones Cristianas para del Servicio Internacional de los Voluntarios (CIDSE), que reúne a 80 ONG que trabajan en 80 países mundo.

“Antes de ayer – continúa Jabbar – muchos cristianos se alegraron al recibir la noticia de la liberación de Qaraqosh, donde, antes de la guerra, vivía una gran comunidad cristiana”. Los sentimientos vacilan: “Al lado de la satisfacción por esta solución, que quiere poner fin a una situación de estancamiento insostenible, está el miedo por la llegada de tantas personas asustadas, y que han perdido todo. Tememos no poder responder adecuadamente a las necesidades de los nuevos refugiados”.

Mientras tanto desde Erbil, en la distancia se ven los pozos de petróleo en llamas y el humo de los bombardeos, “mientras que en Kirkuk, más cerca de la zona controlada por el Califato, la situación es muy tensa”, dice.
Desde hace dos años, la FOCSIV está junto a los campos de desplazados de Erbil, en la aldea de Dibaga y en Ainkawa2 en Kirkuk.
Los voluntarios trabajan sobre todo con los niños, preocupándose de establecer una guardería para los más pequeños, para que las madres pueden trabajar o asistir a cursos de costura y artesanía. También se organizan actividades deportivas para niños y jóvenes, además de cursos de formación y de lengua inglesa y kurda. Nos ocupamos, en especial, de los más vulnerables, como las mujeres con bebés, mientras que se da una atención especial a las personas con discapacidad, con tratamientos y medicamentos específicos, se lee en la nota de FOCSIV enviada a la Agencia Fides.

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