ACN (AsiaNews) – La Iglesia siria “sigue con atención” la desaparición del periodista y activista asirio Souleman Yusph, ocurrida ayer, en Qamishli, una localidad situada en el noreste de Siria, en un área controlada por los kurdos, aunque “de momento no se tienen noticias fehacientes”. Es lo que afirma, al dialogar con AsiaNews, Mons. Jacques Behnan Hindo, responsable de la archi-eparquía sirio-católica de Hasaka-Nisibi. Según afirma, la pista más probable parece ser, por ahora, la que conduce a Asayish, el servicio secreto y de inteligencia kurdo. “Esperamos que la situación se resuelva lo más rápido posible – agrega -. Estamos siguiendo de cerca el caso, para entender quien se lo llevó y dónde se encuentra ahora”.
Souleman Yusph es una de las figuras más destacadas de la comunidad asiria en la zona del noreste de Siria, actualmente bajo el control de los kurdos. Su suerte sigue envuelta en un manto de misterio: fuentes locales informan que el periodista habría sido arrestado por orden de la cúpula del Partido de la Unión Democrática (PYD, sigla política kurda afiliada al PKK y a las fuerzas Democráticas Sirias, SDF).
Las autoridades kurdas lo habrían detenido ayer, en un operativo efectuado en su ciudad natal, Qamishli, alrededor de las 21 horas (hora local). En el marco del allanamiento fueron confiscados varios bienes y objetos que son propiedad del hombre, como un ordenador personal y numerosos documentos, recogidos en el pasado en el contexto de su campaña de denuncia.
Souleman Yusph ha sido una de las voces más firmes y autorizadas en la protesta contra el cierre de escuelas cristianas asirias en la región, llevada a cabo en el pasado mes de agosto, por orden de las autoridades kurdas. Él ha realizado numerosos reportajes e investigaciones de denuncia, desafiando abiertamente las intimidaciones y amenazas de las autoridades.
Desde hace semanas, en la zona se respira una atmósfera de violencia e intimidación. El 22 de septiembre pasado, otra líder cristiana de renombre, Isa Rashid, docente y coordinadora de las escuelas cristianas del área, fue agredida y golpeada de manera brutal en el exterior de su domicilio. A causa de las graves heridas recibidas, la mujer tuvo que recibir atención hospitalaria, en tanto sus atacantes quedaron impunes.
En el pasado, Yusph denunció, en artículos y reportajes, la situación que atraviesan los cristianos asirios, obligados a vivir bajo el yugo de las Fuerzas Democráticas Sirias. El 28 de agosto, fue uno de los primeros en difundir videos e imágenes de las autoridades kurdas irrumpiendo en las escuelas cristianas con el objetivo de clausurarlas e impedir el desarrollo de las clases, amenazando a los habitantes de la zona. Las notas y videos publicados en la web capturaron la atención de decenas de miles de internautas, corriendo el velo que cubría las vejaciones cometidas por los kurdos, que aún continúan negando las acusaciones.
La controversia se desencadenó a fines de agosto, cuando los kurdos clausuraron varias escuelas estatales y cristianas, porque éstas se negaban a adoptar las políticas educativas impuestas por la administración local, inspiradas en el nacionalismo kurdo: entre otras cosas, éstas prevén el uso de la lengua kurda en reemplazo del árabe. Además, las milicias autonomistas kurdas, intervinieron en las protestas de padres y alumnos, reprimiendo las manifestaciones con violencia – e incluso con el uso de armas de fuego.
La desaparición de Souleman Yusph, ocurrida apenas una semana después del acuerdo sobre la cuestión de las escuelas (alcanzado con la mediación de líderes cristianos y kurdos, con la participación del obispo de Hassaké-Nisibi) es un elemento que genera profunda “preocupación”, afirma Mons. Hindo. El prelado agrega que en los últimos días, las autoridades kurdas “han emitido un decreto que obliga a todos aquellos que trabajan para la comunidad kurda a enviar a los hijos a sus escuelas. Para quien viole la norma, están previstas la cárcel y multas durísimas”. En el área aún se respira un clima de “gran tensión”, concluye el obispo, y es evidente que hay un “intento de apoderarse de todos los bienes y propiedades” con la complicidad de ingleses, franceses, italianos y de Occidente en general, que no han hecho nada para proteger a los cristianos de la Mesopotamia”.