SOS en Sudán del Sur, obispo narra situación del refugio y la labor que hace la Iglesia

ACN.- El “mayor regalo” que podrían aportar los largamente ansiados encuentros entre el presidente de Sudán del Sur y el líder de los rebeldes sería una paz duradera que permita que gran cantidad de refugiados puedan por fin regresar a sus casas, dice un Obispo que se ocupa de ellos.

 En medio de informes acerca de cuatro millones de desplazados por el conflicto en Sudán del Sur, el Obispo Auxiliar de Jartum, Mons. Daniel Adwok Kur, expone las privaciones de refugiados necesitados urgentemente de alimentos, alojamiento y medicinas.

En una entrevista con la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, Mons. Adwok habló sobre la asistencia pastoral en la región de Kosti, en el vecino Sudán, donde hasta 200.000 personas viven distribuidas en nueve campos de refugiados.

El Obispo explicó que los refugiados en Sudán y otros países vecinos están muy pendientes de los acontecimientos de esta semana en Jartum, Sudán, donde el presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, está reunido con el líder rebelde, Riek Machar, con el fin de llevar una paz duradera a la joven nación africana después de que la semana pasada las conversaciones en Adís Abeba fracasaran.

Cuando las relaciones entre Kiir y Riek se interrumpieron a finales de 2013, la violencia se desató en Sudán del Sur. El balance son al menos 50.000 muertes, cuatro millones de desplazados y una hambruna en varias regiones. El encuentro de la semana pasada en Adís Abeba era el primero en dos años.

Mientras las conversaciones de paz están en marcha, Mons. Adwok ha dicho: “La gente en los campos de refugiados necesitan retornar y reconstruir sus hogares destruidos. Por eso están pendientes del encuentro en Jartum y consideran que el mayor regalo que podría derivarse de él sería la paz. Dicha paz les permitiría regresar a sus casas y vivir dignamente, y no en campos de refugiados donde atraviesan tantas penalidades”.

El Obispo también dijo que los refugiados a los que ayuda en la región del Nilo Blanco en torno a Kosti, al sur de la capital sudanesa de Jartum, necesitan lonas de plásticos para tener un techo y alimentos, pues el racionamiento está resultando en la malnutrición de mucha gente: “Los víveres en estos campos no son suficientes. Algunas personas solo obtienen un almuerzo al día”.

El Obispo también explicó que algunos refugiados podían mantenerse a sí mismos tras obtener del Gobierno sudanés el permiso de cultivar el campo, y explicó que la ayuda humanitaria para los campos de esta zona proviene del Gobierno sudanés, que sigue impidiendo que las agencias de ayuda internacionales accedan a los refugiados del país.

El Obispo hizo hincapié en la difícil situación de las 16.000 personas que han ingresado en los campos de refugiados en los últimos años, sobre los que aseguró que “no están bien alojados y necesitan urgentemente ayuda”.

Mons. Adwok dio las gracias a Ayuda a la Iglesia Necesitada por ayudar a las tres religiosas y dos sacerdotes que llevan a cabo la labor pastoral en los campos, en los que viven numerosos cristianos de diferentes denominaciones. ACN también apoya programas educativos cristianos y cursos de Ética, y provee ayuda de emergencia a los más necesitados, incluidos víveres.

En 2017, ACN apoyó proyectos por más de 1,4 Millones de Euros en Sudán y Sudán del Sur.

 

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