ACN.- Aunque la mayoría de los ataques están teniendo lugar en el Este de Ucrania, las tropas rusas no han dejado de atacar el Oeste del país. Algunos sacerdotes también han experimentado lo que significa perderlo todo como resultado de la guerra. Es el ejemplo de los sacerdotes del santuario mariano de Rudky, a unos cincuenta kilómetros de Lviv.
Un funeral le salvó de la muerte
El 22 de marzo, a las 4:30 de la madrugada, la ciudad de Rudky sufrió un ataque con misiles. La casa parroquial se incendió. El apartamento de dos habitaciones en el que vivía el padre Andriy Pekanec, vicario de la parroquia, estaba en el piso superior. Providencialmente, ese día el padre Andriy estaba fuera con motivo del funeral de su tío, pues de otro modo difícilmente podría haber escapado del desván.
En pocas horas, el fuego destruyó por completo la bóveda de madera y todas las habitaciones del ático. También se quemó un pesebre muy valioso que se guardaba en el desván. Por si el fuego fuera poco, el intento de extinguir el fuego provocó inundaciones en el primer y segundo piso, donde se encuentran la oficina parroquial, las salas de catequesis y el apartamento donde vivía el padre Yuriy Vasylenko, párroco de Rudky.
El tejado y las habitaciones se quemaron hasta los cimientos y con él todo el mobiliario y las pertenencias de los sacerdotes.
Veneración a María, Madre de Dios
Rudky fue erigida parroquia en 1400 y la basílica se remonta al siglo XVIII. La parroquia de rito latino cuenta con unos mil fieles, aunque el santuario es venerado y querido también por greco-católicos y ortodoxos. La iglesia es un lugar de acogida y convivencia para todos los cristianos. En 2021, se celebró el centenario de la coronación de la imagen milagrosa que se venera en la basílica, bajo la devoción Madre de Dios de Rudky.
Solidaridad de la población y de los benefactores de ACN
Afortunadamente, los sacerdotes del santurio encontraron rápidamente refugio en casa de sus fieles. «Inmediatamente sentimos un gran apoyo”, dice a Aid to the Church in Need (ACN) el padre Yuriy. Todo lo que ha pasado es para él un testimonio de la unidad de su comunidad y de como ha crecido la solidaridad entre los fieles.
Los daños se estimaron en unos 85.000 €. Con la ayuda de artesanos y feligreses se comenzó enseguida la renovación de la vicaría. Debido a las penurias y dificultades económicas causadas por la guerra, la fundación ACN enseguida se unió a este esfuerzo y decidió apoyar parte de las obras para que los dos sacerdotes puedan mudarse a sus casas lo más rápido posible.
“Por lo general, la fase de reconstrucción de las estructuras eclesiales, extremadamente costosas, solo comienza después del final de las hostilidades. Pero por razones de urgencia hay algunos proyectos de construcción en Ucrania que podemos y debemos impulsar”, explica Regina Lynch, directora de proyectos de ACN.
Además de la casa parroquial, Lynch recuerda que ACN apoyará las obras de renovación del edificio y la adquisición de objetos liturgicos para el seminario del Sagrado Corazón de Jesús en Vorzel, dañado y devastado durante la invasión de tropas rusas a comienzos de la guerra.