Uganda: Formación continua para una congregación nativa

ACN.- La congregación de los Hermanos de San Martín de Porres fue fundada en Sudán del Sur en 1953, y sus religiosos trabajan en parroquias, enseñan en las escuelas y ayudan a los necesitados mediante diversas actividades caritativas.

Dado que estos religiosos -como congregación nativa africana- son pobres, dependen de ayuda del extranjero, entre otros, para la formación continua y su profundización espiritual. Y es que, para poder servir a los demás, ellos mismos necesitan un fortalecimiento constante de su vida espiritual, para que su vocación no se evapore. Como desde 2013 no se han podido celebrar actos de este tipo, el P. Charles Olum, Superior de estos frailes en Uganda, nos pidió ayuda, pues una vida de oración intensa es la base de todas las demás actividades, que también hace fructificar. También la vida comunitaria de los religiosos y la fidelidad a su carisma fundacional son elementos importantes que conducen a la santificación de las almas.

“Cristo es el centro de todas nuestras metas y deseos”, nos escribe el Superior, precisando que la relación personal con Cristo es lo más importante y que la experiencia de la vida de oración debe traducirse en hechos concretos. Sin embargo, esta actitud debe ser reforzada y practicada una y otra vez. Por ello, nuestros benefactores han apoyado a los religiosos para su formación continua.

El P. Charles nos escribe: “En nombre de Dios y en el de mis Hermanos, que han experimentado el consuelo de su amor, les agradecemos de todo corazón su incansable esfuerzo por apoyar la misión en esta pobre región del norte de Uganda. Que Dios Todopoderoso los bendiga por la buena obra que han realizado con nuestros religiosos.  Mis Hermanos aprecian profundamente la amistad que nos han demostrado: hemos comprendido que un amigo que ayuda en la necesidad es un verdadero amigo. Sabemos que han hecho este sacrificio por amor a Dios, y creemos que el alimento espiritual que hemos recibido nos fortalecerá en nuestra misión en la Iglesia. Rezamos fervientemente por ustedes  todos los días, especialmente en nuestra Santa Misa diaria”.

 

Referencia: 158-04-79

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