Brasil: Bicis y motos para llevar el Evangelio

ACN.- En 2020, la comunidad Eis aí tua mãe – Obra de Maria, fundada en Brasil, celebró su 30º aniversario con una gran celebración a la que asistieron 68 obispos y 300 sacerdotes. La comunidad cuenta con unos 3.500 miembros pertenecientes a todos los estados civiles y está formada por sacerdotes, diáconos, personas consagradas, matrimonios y solteros. Todos forman una gran familia.  En la actualidad, la comunidad está presente en cuarenta países.

En Brasil, sus miembros trabajan en 238 parroquias de 38 diócesis. Una de las iniciativas de la comunidad son los llamados «cenáculos», dirigidos a personas que necesitan ayuda y consejo por diversos motivos. Unas 11.000 familias necesitadas se benefician de esta ayuda. Son principalmente jóvenes voluntarios los que realizan este servicio. El Arzobispo Antonio Fernando Saburido está muy contento por esta valiosa labor que también realizan en su Archidiócesis de Olinda y Recife, especialmente, en las parroquias rurales pobres, y asegura: “En pocos años se han producido grandes cambios, tanto en el ámbito de la evangelización como en el social”.

Con la ayuda de nuestros benefactores, hemos podido proporcionar a los jóvenes misioneros cien bicicletas y cinco motocicletas para su trabajo, y su alegría por ello es grande.

Jodson (20 años), uno de los jóvenes misioneros que se dedican a servir a los necesitados y a anunciar la fe, nos escribe: “Muchas gracias por su generosidad y por ser sensibles a nuestras necesidades. Recibir una motocicleta en estos momentos difíciles es una gran ayuda a la hora de reunirme con las familias que buscan apoyo y consejo. Su ayuda es muy importante para mí y supone un gran estímulo para seguir con la vida misionera. ¡Que Dios los bendiga!”.

También Elvina de Coroatà trabaja incansablemente al servicio de la evangelización, y ahora está muy contenta con las bicicletas que ella y los demás jóvenes han recibido. Nos escribe: “Es una iniciativa muy hermosa. Gracias a las bicicletas, ahora podemos visitar también a las familias que viven más lejos. ¡Muchas gracias! Ustedes son para nosotros signos visibles de la Divina Providencia, para que no dejemos de anunciar el Evangelio a pesar de todas las dificultades”.

Referencia: 212-07-29

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