Becas para estudiantes cristianos pobres en Irak

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Para los jóvenes cristianos en Irak, la pregunta inevitable es esta: ¿Realmente vale la pena quedarse en mi tierra natal? Muchos ya han emigrado, y el número de cristianos sigue disminuyendo, porque muchas familias y jóvenes ya no ven futuro en su país. Pero desde 2015, la Universidad Católica de Erbil ha sido una especie de «faro y símbolo de esperanza», como lo expresa el arzobispo Bashar Warda.

Comenzaron con tan solo 11 estudiantes. Hoy en día, hay casi 800. Esta Universidad Católica se fundó con la ayuda de ACN, que, por ejemplo, financió la construcción de un ala del edificio, amuebló las aulas y los laboratorios médicos, y suministró computadoras para la biblioteca. ACN también contribuyó a cubrir los gastos de funcionamiento durante la consolidación de la universidad.

Hasta el día de hoy, y gracias a su ayuda, estudiantes de familias de bajos recursos reciben becas y ayudas de estudio. La amplia oferta de cursos incluye materias como farmacia, medicina de laboratorio, inglés, informática, economía y arquitectura. Los estudiantes —la mayoría, aunque no todos, cristianos— obtienen una excelente formación académica, que también incluye la doctrina social cristiana. De esta manera, se espera no solo brindar un futuro en Irak a los jóvenes, sino también promover un espíritu de cohesión social en una nación que, durante tantos años, ha estado marcada por la violencia y donde miles de cristianos fueron víctimas de la limpieza étnica a manos del ISIS.

George estudia informática y, gracias a su ayuda, ya disfruta de una beca. Dice: «Una buena educación es importante en todas partes, y no solo en Irak, sino también aquí; puede contribuir a un futuro mejor y más prometedor. Mi experiencia ha sido muy positiva y mi objetivo es lograr algo, por pequeño que sea. Gracias a su ayuda, ya no tengo que preocuparme por cómo pagar la matrícula universitaria».

Cada beca, cada aula y cada estudiante que decide quedarse es un signo de que vale la pena creer, resistir y reconstruir. Apoyar esta misión es ayudar a que los jóvenes cristianos no se vean obligados a abandonar su tierra, sino a soñar y construir un Irak más justo y en paz.