ACN.- Con una superficie de casi 1,3 millones de kilómetros cuadrados, Chad, África, es el vigésimo país más extenso del mundo, pero con sus 16,3 millones de habitantes está escasamente poblado. Una parte del país se encuentra en el Sáhara, y el Chad es uno de los países menos desarrollados del mundo. Los problemas del país centroafricano, de mayoría musulmana, llevan a muchas personas a buscar respuestas en el Islam radicalizado, y el extremismo va en aumento.
La diócesis de Sarh se encuentra en el sur del país, donde unos 220.000 de los 1,6 millones de habitantes son católicos, que son atendidos por 58 sacerdotes. Un dato positivo es el número bastante elevado de vocaciones: actualmente, 48 jóvenes de la diócesis recorren las distintas etapas de la formación sacerdotal.
ACN apoya regularmente la formación de los futuros sacerdotes de Sarh. Thomas (30) ya ha alcanzado su meta gracias al apoyo de nuestros benefactores: ya ha sido ordenado sacerdote. Entró en contacto por primera vez con sacerdotes y religiosas cuando iba a la escuela primaria, y guarda un grato recuerdo de ellos porque “siempre estaban alegres cuando estaban con nosotros”, dice. “Para nosotros, los niños, era
increíble ver a adultos tratarnos así”. En aquella época ni siquiera estaba bautizado, y no recibió el sacramento del bautismo hasta los 17 años, tras asistir a las catequesis de los Padres Combonianos en Begou. A medida que pasaba el tiempo, creció en él la convicción de que debía hacerse sacerdote.
“Toda vocación es una llamada de Dios. Es Él quien llama a cada persona y la orienta para que responda a su vocación. Pero Dios no habla de forma directa, sino que siempre actúa a través de una persona que pone a nuestra disposición”, asegura Thomas. En su caso, fueron sus amigos de la parroquia, pero también un sacerdote con el que podía hablar de su incipiente vocación. Así, Thomas decidió finalmente hacerse sacerdote diocesano, porque la carencia de sacerdotes en su diócesis natal sigue siendo grande.
Pero, al principio, rehuía hablar de su vocación con su familia. “Pensaba que si hablaba de ello, mis padres dejarían de apoyarme en mis estudios, sobre todo porque mi padre aún no era cristiano. Pero cuando reuní el valor para decírselo, se alegró mucho por mi elección y me apoyó hasta su muerte, pocos meses después de mi ordenación diaconal.
El resto de mis parientes tenían opiniones diferentes; unos a favor y otros en contra, porque había algunos que querían que me casara y tuviera hijos como mi padre. Pero yo no perdí el norte: sólo quería ser sacerdote y esa convicción fue mi fuerza. Y Dios me acompañó con la ayuda de varias personas y así logré concluir mi formación en el seminario. Fui ordenado diácono el 5 de junio de 2021, y sacerdote, el 4 de junio de 2022”.
Otros 48 jóvenes de la diócesis de Sarh todavía están cursando las distintas etapas de su camino hacia el sacerdocio, un camino para el que necesitan apoyo. Necesitan nuestras oraciones, pero la Iglesia también necesita ayuda financiera en este país extremadamente pobre para poder formar a los jóvenes que se sienten llamados al sacerdocio. Por eso, nosotros queremos apoyar un año más la formación de los 48
futuros sacerdotes de la diócesis de Sarh. ¿Alguien más quiere ayudar? Visita: Quiero Donar | ACN México (acn-mexico.org)
Referencia: 155-02-79