

ACN.-El centro de acogida San José en Pakistán acoge a 35 pacientes cristianos y musulmanes que viven allí. La hermana franciscana Pilar Ulibarrena, misionera de María, trabaja en este sitio donde brindan refugio a niños huérfanos, enfermos crónicos, paralíticos y personas abandonadas por sus familias. Ella junto a otras seis religiosas y unos 60 trabajadores se encargan además de unas 100 personas aproximadamente que todos los días van al dispensario.
El sostenimiento de este centro asistencial se debe a los donativos de musulmanes ricos de la zona que ofrecen cabras, pan, huevos o medicinas.
La hermana Pilar que trabaja desde hace casi 40 años en Pakistán, ha explicado a Fides que en la actualidad, parece que disminuido la pobreza sin embargo considera que ha aumentado la intolerancia hacia los cristianos y las minorías. “Antes se podía hablar, pasear. Hoy en día hay que tener cuidado donde vas y con quién hablas”. Y como consecuencia de esta intransigencia ahora las monjas se ven obligadas a moverse sin el hábito religioso.