En la Diócesis de Holguín, en el sureste de Cuba, 34 hermanas de 13 congregaciones diferentes cuidan a los enfermos y ancianos, acompañan a las familias, consuelan a los solitarios y afligidos, y llevan el alegre mensaje del Evangelio a to
El obispo Emilio Aranguren Echeverría agradece profundamente el valioso e indispensable ministerio de estas religiosas. Las describe como «un signo de esperanza» y nos cuenta la gran admiración que sienten por parte de todo el pueblo.
En realidad, la esperanza es lo que más necesitan los cubanos, pues muchos casi han perdido la esperanza y no ven futuro. En medio de una grave crisis económica, muchos no ven salida. Carecen de todo, y la vida cotidiana no es más que una amarga batalla por la supervivencia. Además, muchos desconocen casi por completo el mensaje del Evangelio.
Por eso, el amoroso ministerio de estas hermanas es urgentemente necesario. Sin embargo, ellas también se ven gravemente afectadas por la misma crisis y luchan por cubrir los gastos de combustible, energía, alimentos, suministros médicos y todas las demás necesidades básicas. Gracias a su ayuda, pudimos recaudar $18,458 para apoyar su labor, lo que ha permitido que las hermanas sigan siendo un «signo de esperanza» también este año. Su ayuda es, sin duda, una valiosa contribución a su vida y ministerio.
Las hermanas de la Congregación de María y Marta les han escrito para agradecerles, en nombre de todas las religiosas de la diócesis. «Les estamos inmensamente agradecidas por su apoyo, y sobre todo porque nos ayudan no solo materialmente, sino también espiritualmente. El tiempo y la distancia no significan nada, pues es el amor lo que une nuestras almas. Prometemos corresponder a su generosidad con nuestras oraciones. Las encomendamos a la protección de Nuestra Señora. ¡Considérense ahora y siempre parte de nuestra familia espiritual! No tenemos palabras para expresar nuestra gratitud. ¡Que el Señor las bendiga siempre y les conceda abundantes gracias!».
Tu donativo mantiene viva la esperanza en Cuba. 💛 Con tu apoyo, estas hermanas pueden seguir cuidando, consolando y llevando el amor de Dios a quienes ya no ven un futuro. Dona hoy y sé un signo de esperanza para quienes más lo necesitan.












