ACN.- «Nunca antes ha habido un ataque como este en Surabaya. Los cristianos en Indonesia se sienten desesperados y aterrorizados, pero les he dicho a mis fieles que no tengan miedo. Porque eso es precisamente lo que quieren los terroristas: asustarnos «. Este fue el mensaje para ACN del arzobispo Robertus Rubiyatmoko de Semarang, en cuya provincia eclesiástica también se encuentra la diócesis de Surabaya.
El arzobispo describió la reacción de la comunidad cristiana local, tras los dramáticos ataques suicidas, que afectaron a 3 iglesias cristianas, una católica y dos protestantes el domingo pasado. Hasta el momento hay 11 víctimas conocidas, tres de ellas católicas. Parece muy probable que el ataque, fue llevado a cabo por los miembros de una sola familia, que acababan de regresar de Siria. «Tristemente, en Indonesia estamos viendo una expansión continua en las acciones de los fundamentalistas islámicos. En particular, el Estado Islámico, tiene muchos seguidores en todo el país y, en particular, en la isla de Java, donde se encuentran Surabaya y Semarang. Aunque la situación puede parecer tranquila en un momento dado, tales ataques pueden ocurrir repentinamente, tal como sucedió el domingo pasado «.
Dado el peligro de nuevos ataques, las iglesias han pedido a sus fieles que estén atentos y que estén alertas si ven personas que normalmente no asisten a su parroquia en particular. Además, varias iglesias tienen la intención de instalar cámaras de video de seguridad. «Nuestros fieles tienen miedo, pero nosotros, sus pastores, los llamamos constantemente a permanecer tranquilos. Los terroristas intentan asustarnos, pero debemos permanecer en paz y orar para que Dios pueda convertir sus corazones «, dijo el Arzobispo Rubiyatmoko a ACN.
La única característica positiva de esta trágica situación ha sido la solidaridad mostrada por la comunidad islámica local y, en general, la mejora en las relaciones interreligiosas. «Ayer, cristianos, musulmanes, hindúes y budistas se reunieron fuera de la arquidiócesis para orar juntos, y lo mismo sucedió en Yakarta», agregó el Arzobispo.
Concluyó con un llamado: «Oren por la gente de Indonesia y, sobre todo, por nosotros los cristianos». Nos enfrentamos a un momento extremadamente difícil, porque hay tantos terroristas trabajando en las sombras y esperando asustarnos. Ora por nosotros, para que podamos vivir en paz y serenidad «.
