ACN.- La parroquia de la Santa Cruz, con sede en Dhadim, está situada en una zona remota y subdesarrollada del sur de Etiopía. Los habitantes pertenecen a la tribu de los borana, que, hasta un pasado muy reciente, eran nómadas. En la actualidad, cada vez más se asientan definitivamente en un lugar, aunque una parte siga desplazándose con sus rebaños de ganado.
En la actualidad, 5.000 de los 9.000 habitantes de la parroquia son católicos, pero el número de catecúmenos va en aumento. La parroquia está llena de vida: hay catequesis y círculos bíblicos, y también la pastoral vocacional está dando sus primeros frutos, pues dos chicas quieren ser religiosas y cinco jóvenes varones muestran interés por el sacerdocio. En general, la juventud es muy activa: 250 jóvenes participan con regularidad en las actividades de la parroquia.
Con la ayuda de ACN, cada año entre 65 y 100 jóvenes pueden participar en un programa pastoral de tres días de duración en otra diócesis. El párroco, P. Kenneth Iwunna, un misionero nigeriano, nos informa: “La mayoría de ellos nunca han estado en ningún otro lugar que no sea su propio pueblo. Para ellos es una experiencia importante reunirse con jóvenes de otras tribus y compartir experiencias con ellos. Puede que no hablen el mismo idioma, por lo que nosotros nos aseguramos de que haya un intérprete. Así, estos jóvenes crecen en la fe y tienen una nueva experiencia de la Iglesia. Estas jornadas no solo son beneficiosas para ellos, sino también para toda la comunidad de creyentes, pues cuando los jóvenes regresan comparten sus experiencias con los demás. Y las personas mayores también están muy interesadas”.
El apoyo de ACN también ha permitido crear un programa para matrimonios que han adoptado la fe cristiana. Para los adultos recién bautizados es un problema no estar casados por la Iglesia, ya que así no se les permite recibir la comunión. El problema es que muchos de ellos no pueden costear los anillos, la ropa de fiesta y la celebración. Por ello, la parroquia organiza bodas para varias parejas simultáneamente, a las que se les facilita todo lo necesario para la celebración. “Supone un gran alivio para las parejas cuando finalmente se casan por la Iglesia y pueden recibir la comunión”, señala el párroco.
En general, la vida ha cambiado notablemente gracias al compromiso de la Iglesia. Así, en el pasado, las disputas tribales no eran infrecuentes, pero la labor de reconciliación de la Iglesia ha contribuido en gran medida a calmar la situación, y también la situación de las mujeres ha mejorado considerablemente. Tradicionalmente, las mujeres no tienen voz entre los borana y no se les permite hacer nada fuera del hogar. Esto ha cambiado gracias a la labor de la Iglesia, y hoy cada vez más niñas acuden a la escuela y las mujeres pueden incluso trabajar como catequistas.
ACN quiere continuar apoyando el trabajo pastoral en la parroquia. Esta ayuda se utilizará para la formación básica y continua de los catequistas, para los encuentros de jóvenes arriba descritos y para la celebración de bodas de parejas que quieran casarse por la Iglesia después de ser bautizadas. Además, se organizarán jornadas de reflexión y otras actividades pastorales.
Referencia: 118-01-49
