ACN.- (Guadalupe Esquivias) Durante la madrugada del martes 25 de julio, se registró la explosión de un artefacto en la puerta de la sede de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM). Las cámaras de seguridad registraron la imagen de un individuo que se acercó a la puerta, encendió un cigarro y luego se fue caminando. A los pocos minutos se escuchó el estruendo en el edificio en donde habita personal administrativo y sacerdotes.
Monseñor Alfonso Miranda, secretario general y vocero de la CEM declaró que se hizo la denuncia ante las autoridades. En tanto, la Procuraduría General de Justicia Capitalina informó que la Fiscalía Desconcentrada de Investigación dio inicio a una carpeta con motivo de los daños materiales ocasionados a las instalaciones del Episcopado Mexicano. Una vez concluida la práctica de las primeras diligencias se dará la intervención a la Procuraduría General de la República (PGR), señaló la dependencia.
Por su parte, Humberto Roque Villanueva, subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, señaló que en coordinación con la Policía Federal colaborarán en las investigaciones para dar con los responsables.
Monseñor Alfonso Miranda, durante una conferencia de prensa, a pregunta expresa de que si el hecho es un ataque directo a la Iglesia, comentó que no lo sabe, pero que cada vez son más los clérigos que son violentados debido a asaltos, secuestros o pérdida de la vida y que se tiene el registro de 18 sacerdotes asesinados en los últimos años.
Ante los medios de comunicación, el Secretario de la CEM, expresó su preocupación por construir la paz en México; reiteró que los ministros de la Iglesia seguirán cumpliendo con su deber a pesar de la violencia; seguirán acompañando al pueblo a través de las diócesis.
Asimismo en nombre de los obispos de México invitó a la conversión social para: “mirarnos como hermanos y que cada ciudadano sea constructor de paz en nuestro país, para poder tener la garantía de una vida digna”.
Monseñor Miranda lanzó un llamado a la serenidad, la prudencia, al respeto de la vida humana y sus instituciones. “Este hecho nos invita a reflexionar enfáticamente sobre la necesidad de reconstruir el tejido social para propiciar un ambiente de seguridad para todos los ciudadanos”.
Finalmente el secretario de la CEM subrayó que luego de los hechos: “la sede de la CEM no será un bunker, seguirá abierta para todos”.
