India: Renovación de un edificio que albergará un centro pastoral

ACN.-  La Diócesis de Kohima se encuentra en el estado de Nagaland, en el pobre y subdesarrollado noreste de la India. Allí conviven diferentes grupos étnicos, cada uno con su propia lengua. La mayoría son campesinos, muchos no tienen trabajo y en los pueblos remotos la mayoría no sabe leer ni escribir. No obstante, la cohesión social sigue siendo fuerte en los pueblos.

La fe católica no llegó a la zona de la actual Diócesis de Kohima hasta 1948, gracias a unas religiosas. Al principio, estas se encontraron con una gran resistencia, y las personas que aceptaban la fe católica eran incluso castigadas severamente. En la actualidad, la diócesis cuenta con 61.000 fieles, más de 200 sacerdotes diocesanos y regulares y 425 religiosas, y un total de 54 parroquias. Y hay muchas vocaciones nativas: 250 religiosas y 58 sacerdotes proceden de los grupos étnicos autóctonos.

La principal preocupación del Obispo, Mons. James Thoppil, es la educación religiosa de los laicos, pues considera que hay una gran necesidad de formación de catequistas, de cursos de preparación al matrimonio y para matrimonios, de un mayor trabajo con mujeres, niños y jóvenes, y mucho más. Sin embargo, la diócesis carecía de un centro de formación, y como la construcción de un nuevo centro resultaba prohibitiva, el Obispo decidió convertir el antiguo seminario menor, que se había trasladado a otro lugar, en un centro pastoral diocesano. Sin embargo, ese viejo edificio necesitaba ser renovado a fondo, y las partes de madera habían sido atacadas por las termitas. Había mucho que hacer.

Gracias a la ayuda de nuestros benefactores, fue posible poner en marcha las obras de renovación. No fue fácil, porque al principio, la pandemia fue un obstáculo: los obreros, procedentes de distintos lugares, tuvieron que regresar a sus casas al principio de la pandemia. A continuación se sucedieron varios confinamientos y hubo numerosas restricciones impuestas por el Gobierno, y más tarde, tampoco fue fácil recuperar a los obreros. Además, como consecuencia de la pandemia, los precios subieron. No obstante, sin prisa pero sin pausa, se llevaron a cabo las obras con la ayuda de la gente del pueblo.

Finalmente, a finales de marzo de 2022, llegó el momento: para gran alegría del Obispo y los creyentes, el centro pudo ser inaugurado con una gran fiesta a la que acudió incluso el Nuncio Apostólico. El Obispo Thoppil siente una “enorme gratitud” hacia todos los que lo han ayudado. ¡Dios os lo pague!

 

Code: 317-08-19

 

 

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