ACN – MÉXICO.- Tras cinco meses del secuestro del Padre Thomas Uzhunnalil, sacerdote salesiano retenido en Yemen el pasado 4 de marzo, la Congregación Salesiana ha hecho un llamado a no perder la esperanza y a no cesar en la oración por la pronta libertad del presbítero.
El Padre Francesco Cerdea, Vicario del Rector Mayor de los Salesianos, ha exhortado a «mantener viva la atención sobre este asunto, así como en el de los muchos cristianos perseguidos en varias partes del mundo, y continuar orando», según informa Gadium Press.
A pesar de los rumores en varios medios de comunicación sobre la verdadera situación del sacerdote, lo único certero es que no hay una información cierta sobre el presbítero secuestrado, como ya lo indicó Mons. Paul Hinder, Vicario Apostólico de Arabia del Sur,: «no tenemos información fiable, creemos que algo está pasando, pero no tenemos la seguridad». También dijo que «nadie ha tenido contacto directo con el Padre Tom», y que lo que falta es «tener prueba de que realmente se encuentra bien».
El Gobierno de la India ha manifestado que está haciendo todo lo posible para que el Padre Tom pronto goce de la libertad. Así lo aseguró el pasado 4 de agosto el Ministro de Asuntos Exteriores de este país, Hon. Sushma Swaraj.
La Congregación de Don Bosco ha llamado reiteradamente a la prudencia frente a las informaciones publicadas sobre el sacerdote salesiano.
El Padre Tom Uzhunnalil nació el 18 de agosto de 1958 en Ramapuram, India. Realizó el noviciado salesiano de Kotagiri, India, en 1978, e hizo su profesión perpetua en 1986. Su ordenación sacerdotal ocurrió el 21 de mayo de 1990 en su ciudad natal. En el 2012 partió como misionero para Yemen donde los salesianos son los únicos sacerdotes católicos presentes. En este país el presbítero sirvió primero en Taiz y posteriormente en Aden, donde venía colaborando estrechamente con las Misioneras de la Caridad en cuya casa se vivió el pasado 4 de marzo la agresión homicida por parte de fundamentalistas islámicos que dieron muerte a cuatro religiosas. Allí ocurrió el secuestro del sacerdote.