ACN.- El obispo de San Cristóbal de Las Casas, monseñor Felipe Arizmendi Esquivel, ha pedido una solución definitiva al conflicto en la zona. Aunque el municipio de Chenalhó (Chiapas) presenta una calma aparente, la zona continua viviendo en un clima de inseguridad, hasta el punto de tener que cancelar las clases en las escuelas, es por ello que el obispo Arizmendi Esquivel ha reiterado la necesidad de encontrar una solución, pidiendo al mismo tiempo que se dejen las armas definitivamente:
“Las pueden enterrar o destruir, pero tienen que desaparecer, porque no se puede continuar matando a la gente así”. “Es una situación que preocupa a todos, sabemos que hay armas, están escondidas, pero están, porque cuando hay algún enfrentamiento salen fuera de la nada y no podemos continuar así, viendo tanto derramamiento de sangre” ha dicho el obispo.
La semana pasada, los catequistas de la parroquia San Pedro Chenalho advirtieron al obispo de las divisiones existentes en la zona. “No podemos vivir así – ha comentado, comunidad contra comunidad, barrio contra barrio, es hora de pensar en vivir en paz como un solo pueblo”. Con información de Agencia Fides.