ACN.- En Sudán del Sur se mata según el origen étnico. Lo han denunciado los Obispos de Sudán del Sur en un comunicado en el que también anuncian que el Papa Francisco espera visitar Sudán del Sur antes de finales de este año.
De acuerdo a la Agencia Fides en el comunicado se puede leer: “A pesar de las apelaciones de muchas partes para que se detenga la guerra, en el país continúan los homicidios, violaciones, desplazamientos forzados, ataques a iglesias y propiedades”, se lee en el documento. El ejército leal al presidente Salva Kiir y las fuerzas de la oposición del ex vicepresidente, Riek Machar, atacan a los civiles porque los perciben como partidarios de sus rivales. La discriminación se basa en el origen étnico, y los que son percibidos como “enemigos” son “asesinados, violados, torturados, quemados, golpeados, hostigados, encarcelados, forzados a abandonar sus hogares, además de impedirles la recogida de la cosecha”.
El gobierno ha invitado a los refugiados a regresar a sus pueblos, pero muchos de ellos, denuncian los obispos, “se han convertido en cenizas”, mientras que varias ciudades ahora solo son “ciudades fantasma, vaciadas de sus habitantes, con la excepción de las fuerzas de seguridad y, tal vez, de miembros de una facción o de una tribu”. Aquellos que se han refugiados en los campos de la Onu o en las iglesias están amenazados y acosados por las fuerzas de seguridad. “Estas son formas de castigo colectivo prohibidas por las leyes de guerra previstas por la Convención de Ginebra”, subrayan los obispos.
El nivel de violencia se ha convertido en algo patológico. No sólo se asesina a civiles, sino que “sus cuerpos son quemados y mutilados”, mientras que en varios casos, grupos de familias enteras han sido quemados vivos en sus casas.
Los Obispos por último expresan su preocupación por el hecho de que “elementos del gobierno parecen desconfiar de la Iglesia”, y que en algunas localidades los esfuerzos de mediación eclesiales se ven frustrados cuando los funcionarios abiertos al diálogo son sustituidos por otros partidarios de una línea dura. Por último denuncian la persecución contra los sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos.
El mensaje concluye reiterando el compromiso de la Iglesia a colaborar con todos para restablecer la paz en el país. Con información Agencia Fides